Libro 2 : Capitulo 2

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Día número dos sin Becky y todo daba asco. Estuve yendo de un lado al otro haciendo cosas pero nada tenía sentido. ¿Durante cuanto tiempo iba a estar así? ¿Debería llamarla? Si pensaba demasiado en mi situación, la ansiedad se apodera de mi por lo que trate de evitarlo. Procuré no pensar en ella. El vacío dentro de mi me empujaba a actuar, pero sabía que era demasiado pronto para intentar ir a buscarla. No quería presionarla mucho.

Estacione en la calle junto a la casa que me había visto crecer. El jardín estaba bien cuidado y los arbustos podados tal y como había estado siempre. Mi padre nunca abandonaría este lugar. No se iría del hogar que había formado con mi madre.

El término "Viejo terco" se quedaba corto con mi padre y este era el lugar en el que moriría cuando llegara su día.

Salí del auto con las cajas de cervezas en la mano, llame a la puerta y a continuación abrí y asomé la cabeza.

— ¿Papá? — Decidí entrar y me fui directo a la cocina. Metí la cervezas en la nevera y me tiré al sofá.

Eche la cabeza hacia atrás y cerré los ojos. Algo suave y peludo salto sobre mi regazo. Abrí los ojos y había un gato desde cuando papá tenía uno.

— Ahhh, así que ya estás aquí..., ya veo que has conocido a Soot — Dijo mi padre mientras se acercaba.

— ¿Como es que ahora tienes un gato? — Me moría de curiosidad nunca habíamos tenido gatos cuando yo era pequeña.

Mi padre resopló y se sentó.

— No lo tengo. Se puede decir que el me tiene a mi.

— Me puedo hacer una idea — Dije mientras acariciaba el sedoso pelaje del gato.

— Mi vecina me pidió que le diera de comer mientras estaba fuera cuidando a su madre. Al final se a tenido que marchar a casa de su madre y yo me he quedado con el. Nos entendemos creo yo.

— ¿La vecina y tú o el gato y tú?

Mi padre me miro de manera calculadora. León Sarocha era muy perspicaz por naturaleza. Siempre lo había sido, no le podía ocultar nada. Cuando era niña el siempre sabía cuando llegaba borracha a la casa, o cuando fumaba, también cuando me metía en líos. Imagino que era así porque la mayor parte de nuestra vida estuvo solo mi hermana Nam y yo nunca nos sentimos descuidadas a pesar de perder a nuestra madre.

— ¿Que demonios te ha pasado, hija?

Se llama Becky.

— ¿Es tan evidente, eh? — El gato comenzó a ronronear en mi regazo.

— Conozco a mi hija y se cuando algo va mal — Mi padre se levanto solo un minuto y volvió con dos cervezas abiertas y me dio una. — Es por una chica Becky la conocí me enamore y ahora me a dejado.

— Ahhh bueno eso tiene más sentido — Mi padre se detuvo un momento como si estuviera asimilando todo.

— Nunca he perseguido a ninguna mujer papá.

— No he dicho que no lo hicieras, pero la cuestión es que nunca has tenido que hacerlo ellas te han perseguido a ti — Sacudió la cabeza — Dios las chicas andaban locas por ti estaba seguro que el día menos pensado te atraparían y sería abuelo — Me lanzo una mirada — Pero nunca lo hiciste...

— ¿Que hiciste para que te dejara?

El hecho de escuchar la pregunta dolía.

— Mentí, fue una mentira por omisión, pero aún así no le dije la verdad, y lo descubrió — Aparte con cuidado el gato de mi regazo.

Desnúdame el Alma (FreenBecky  G!P )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora