Desnúdame el Alma (FreenBecky G!P )

Libro 3: Capitulo 23

- Dentro de la mente de Becky -

Mi primer instinto fue coger la lámpara y ponerme a golpear a Billy con ella por la cabeza.

No se como no lo hice.

Quería hacerle daño, hacerle sufrir y que agonizara durante mucho tiempo antes de morir nadie podía imaginar todo el mal que le deseaba.

Llevo un tiempo pero al final llegó el momento Billy se aburrió de nuestra pequeña presión y se puso a mandar mensajes a alguien.

Así supe dónde tenía su teléfono.

Tendría que quitárselo en algún momento y utilizarlo para llamar a el único número que recordaba, el número de mi teléfono antiguo.

No me sabía ningún otro número más que ese.

Pensé que podía conseguir el teléfono de Billy con el tiempo me di cuenta de que la única forma era apostándolo todo como diría Freen.

A apostarlo todo o nada.

A estudiar cuidadosamente los riesgos o las consecuencias a intentar ganar, y estar dispuesta a perderlo todo.

Lo haría.

— Has matado a mi padre, maldito hijo de puta — Dije.

El me miró.

— Se lo merecía lo odiaba desde hacía mucho tiempo por no dejarme verte después de lo que pasó. Te mantuvo oculta de tus amigos y de mi yo quería ayudarte y estar ahí contigo cuando me necesites, cada vez que trataba de hablar contigo el idiota de tu padre me lo impedía.

— Me estaba protegiendo para que no me hicieran más daño. ¡Era su responsabilidad como padre desgraciado! — Deje que mis emociones creciera en mi interior — ¡Me quería!

— Si bueno pues se interpuso en mi camino, matarlo ha hecho que mi plan funcione mejor. Ornelas estaba asustado en el funeral, ¿viste cómo sudaba?

— No — Contesté — Estaba llorando a mi padre como para preocuparme por ese cabrón.

Billy sonrió.

— No como tu padre cuando lo maté, el hijo de puta se mantuvo frío incluso cuando supo lo que iba a pasar — Billy me miró — Dijo tu nombre con su último....

No pude aguantar el grito que salió de mi corazón cuando escuché sus palabras, era demasiado mi padre murió sabiendo lo que Billy había planeado para mí.

— No estés disgustada Becky, le dije a tu padre que yo cuidaría de ti — Se dio la vuelta.

¡Gracias puto monstruo!

Dicen que bajo la influencia de adrenalina, los humanos son capaces de realizar grandes cosas físicas, madres que levantan coches para salvar a sus hijos no sabía si ese efecto se me podría aplicar a mí, era la hora de golpearlo con la lámpara mi mejor opción.

¡Ahora mismo!

Agarre la lámpara y me abalancé con ella con todas mis fuerzas y le di a la parte de atrás de la cabeza de Billy.

Billy cayó, yo era madre y a Billy le recordé ese hecho.

Cogí su teléfono del suelo y hice lo primero que se me ocurrió lo saqué por la ventana y tome una foto y luego la mandé a mi teléfono antiguo.

Esperaba haber matado a Billy porque eso era exactamente lo que se merecía no estaba segura y no quería quedarme a averiguarlo.

Iba a salir de aquí.

Abrí la puerta me temblaban las manos sabía que estábamos en un 3 o 4 piso y tenía que llegar a la calle para estar a salvo pero cuando salí del apartamento me encontré en un pasillo, este lugar era un desastre busqué una mejor forma de salir.