- Dentro de la mente de Becky -
Supe que Freen estaba alterada cuando salí de la habitación de Non, noté la rigidez de su cuerpo cuando rechazó el coche que nos ofrecieron para regresar era evidente que no pensaba aceptar nada más del senador.
Había terminado.
En el momento en que Len nos dejó frente al edificio donde se encontraba nuestro apartamento, Freen me empujó hacia el interior con rapidez no desperdició ni un segundo en hablar con el portero como siempre solía hacer parecía impulsada a cumplir su único propósito y me dirigió hasta el ascensor sin decir una palabra.
Me acorraló contra una esquina y apretó su cuerpo contra el mío, hundió su cabeza en mi cuello y inhaló mi aroma, todavía en silencio podía oler esa esencia seductora que amaba el aroma del deseo sexual.
— Freen — Gemí su nombre.
— No digas nada — Me puso un dedo en los labios — Nada de palabras.
Noté la erección de su pene en mi cadera y me estremecí, ya estaba empapada y Freen solo se había apretado contra mi y mostró su desagrado a cualquier conversación. Era la manera en que se comportaba la manera en la que se comunicaba conmigo para indicarme lo que deseaba.
Freen quería follar y yo también.
Supe que se contenía a duras penas y que la tormenta de fuego estallaría en cuanto la puerta de la casa se cerrara.
El clic del picaporte resonó no tuve que esperar demasiado menos de un segundo después me apresaba contra la dureza de su cuerpo con una sola meta penetrar el mío.
Me subió la falda y metió sus manos por debajo de las bragas y empezó a rozar mi clítoris con sus dedos antes de que pudiera dar cualquier paso. El examen al que fue sometido mi coño fue salvaje y provocó una infinita lujuria, desesperada Freen era una bestia y las imágenes eroticas que vinieron a mi mente me hicieron sentir igual de salvaje que ella.
— Ya estás empapada — Susurró contra mi cuello al tiempo que apretaba sus caderas contra mi nalgas y recorría mis pliegues me empujaba.
Me llevó hacia adelante, hasta tropezar con la mesa del vestíbulo.
— Apoya las manos y sujétate con fuerza — Me ordenó.
Mientras lo hacía sentí que me bajaba las bragas por mis piernas y luego sus dedos volvieron a jugar con mi coño, esta vez lo hizo desde delante para poder frotarse por detrás, esparció mis resbaladizos fluidos por mis pliegues con sus dedos acariciando y lubricando mi carne hasta que estuve a punto de alcanzar el orgasmo. Freen sabía interpretar muy bien mis señales y supe que no me lo permitiría, dejó de acariciarme y comencé a frotarme contra su mano.
Hasta que se detuvo.
— ¡No! — Proteste cuando deje de sentir sus dedos.
— Ahora mi vida, espera un momento — Dijo mientras me daba una palmada en la nalga haciendo que incrementara mi placer, tense los músculos desesperada por sentir su pene en mi interior.
¿Como lo sabe?
El ruido de la cremallera de su pantalón fue el mejor sonido que había escuchado en todo el día, gemí cuando sentí su pene buscando mi cálida entrada.
Apoyada en la mesa baje la mirada al suelo, la escena que se veía reflejada solo podía ser descrita como sexo, los pantalones grises de Freen y el cinturón permanecían en las pantorrillas, el encaje de mis bragas rosa permanecían en el suelo. Era una maravillosa vista digna de ser contemplada solo representaba sexo salvaje, entre dos amantes desesperadas para perder el tiempo en desnudarse.
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Desnúdame el Alma (FreenBecky G!P )
RomanceFreen Sarocha es una mujer rica , sexy y protectora. Dirige su propia compañía de seguridad privada y está inmersa en la organización de los Juegos Olímpicos. Becky Armstrong es una chica americana con un pasado que la aterroriza y por el que recibe...