Desnúdame el Alma (FreenBecky G!P )

Libro 4 : Capitulo 2

- Dentro de la mente de Freen -

Me desperté jadeando y respirando agitada.

"Becky"

Odiaba que mi primer pensamiento fuera preguntarme que podría haberle hecho en sueños y cual sería su reacción ante ello. ¿Habría gritado algo que pudiera asustarla? ¿Habría golpeado la cama perturbando su sueño? ¿Me había puesto a follarla para de esa manera regresar a la realidad?

Mis terrores eran muy reales y sabía y sabían que eran reales porque yo había hecho todas esas cosas.

Estaba acurrucada junto a mi y la observé mientras trataba de controlar la frecuencia cardiaca de mi corazón. Ella está ahí desnuda con el pelo regado por las almohadas emanado el aroma a flores que usaba mezclado con esencia a sexo, tenía la cara hacia mí como si me miraba pero estaba dormida.

Algo por lo que estaba agradecida.

Un desastre evitado... una vez más. No recordaba nada de lo que había soñado pero en algunas ocasiones me despertaba como ahora con la respiración agitada y odiaba tanto estas pesadillas. Giré sobre el costado para ver a Becky y contemplé la hermosa imagen que tenía. Me gustaba obsérvala dormir después de que hiciéramos el amor hasta perder el sentido. Y más después de haber disfrutado de cada embestida y cada orgasmo en aquel salvaje polvo. Deseé levantarme y salir a fumar pero convencí a mi cerebro que no mi mujer y mi hijo me necesitaban.

Mi mujer era muy hermosa cuando dormía. Lo era todo el tiempo, aunque no hacía alarde de su belleza como otras mujeres Becky era diferente en eso también. No estaba sometida a su belleza no se arreglaba para llamar la atención pero era algo que hacía de todas maneras. Sin esfuerzo lo supe desde el momento que la vi en la galería mi mente supo que era especial antes que mi cuerpo. Recordé la primera vez que la vi fue un momento decisivo en mi vida me acordé la noche en la que nuestros ojos se encontraron por primera vez.

Era el momento más seguro al que regresar cuando necesitaba tranquilizarme.

Verla ahora era suficiente para desearla otra vez pero era la certeza de que me pertenecía por completo y era lo que más me excitaba. Sabía que algunos dirían que era loca por haberme casado tan rápido al saber que estaba embarazada aunque a mí me importaba poco lo que pensaran los demás si esa era mi decisión sería y punto.

Pero necesitaba serlo por qué mi vida no valía la pena antes de conocer a Becky. Al menos con ella a mi lado ahora tenía la sensación de llegar a ser normal.

La segunda vez que desperté supe que era por la mañana y también se había despertado alguien más. Lo supe porque Becky me acariciaba la polla con la mano y me chupaba los pezones.

— Buenos días a ti también — Suspire.

Ella alzo la cabeza y sonrió.

— Buenos días esposa.

— Me encanta como suena eso mi vida, y todavía me gusta más como me has despertado en nuestro primer día de esposas — Arquee las caderas hacia su mano para que hiciera presión.

— Esto solo es el principio — Me advirtió — Anoche tú tuviste el mando ahora me toca a mi.

— Bueno entonces no me queda más remedio que reconocer que soy una mujer con suerte — La atraje encima de mi para poder besar sus labios.

Después de un rato me retiré y le sostuve la cara con la intención de leer su expresión.

— ¿Está todo bien mi vida?

Quería asegurarme de que no había ido demasiado lejos con ella la noche anterior me preocupaba ser demasiado brusca cuando follabamos sobre todo ahora que está embarazada sabíamos que teníamos que controlar un poco cuando llegáramos a los últimos meses pero el doctor me aseguró que por ahora todo bien.