Capitulo 14

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CAPITULO 14

SAMANTHA

El lunes fui a la casa de Margery, sola, para ir juntas al instituto. Mi excusa fue que James me dijo que viniera por ella, pero la verdad es que no estaba nada bien cuándo desperté en la mañana y vi un mensaje de Gabriela. No quería estar sola cuando lo leyera, es más, incluso no quería leerlo porque algo dentro de mí me decía que ese mensaje no traía nada bueno.

— Sam, sobre la foto. — comenzó a decirme Margie, jugando con sus manos con nerviosismo mientras caminamos al instituto.

La mire con tristeza, no tenía otra emoción desde que vi el mensaje y sentí el vacío en mi estómago. Sí, sabía sobre su foto con James que está circulando por los pasillos, me llegó en la mañana cuando me fui de la casa de Steve a hurtadillas junto a la chica con la que durmió mi ex novio.

Sí, sigue siendo un idiota que no reconoce otro coño cuando está borracho. A todos les hizo creer que estuvo conmigo y quise dejarlo así, me daba igual. No es como que quisiera demostrarle a alguien que no estuve con él esa noche porque estaba llorando en una habitación por la salud de mi mejor amigo.

— ¿Sabes qué está pasando? — pregunta en voz baja, mirándome temerosa.

— No. — admito con el ceño fruncido, mirando al frente.

Y si supiera me parecería la cosa más absurda e infantil de todas, solo son ellos besándose en la habitación donde los dejé esa noche — cosa que estaba esperando que sucediera finalmente para que James me ayude a cuidarla —, no es algo de otro mundo y me da jaqueca el pensar que James si lo hace ver de esa forma y eso hace que mi mejor amiga se preocupe por estupideces.

¿Por qué no puedo ser como Gregor para hablar de la verdad? Eso sería más fácil.

Estamos a una cuadra del instituto y el camino se me ha hecho eterno, con el teléfono quemando en el bolsillo del pantalón ¿Y si le digo a Margery lo que está pasando, ella podrá manejarlo?

— Margery tengo que...

— Perdí mi virginidad con James. — me admite Margery eso que le costó decirme durante el fin de semana cuando la llevaron a mi casa.

Sonreí de forma ladeada, asintiendo.

Era algo de que esperarse, eran muchas semanas conteniendo emociones fuertes, años incluso. Y debo admitir que me calma que fuera con él y no con otro idiota, sé que James no va a tratarla como un simple saco de papas que puede botar en cualquier momento cuando termine de hacer lo que quiere.

Yo me sentí así cuando le entregué mi virginidad a Steve y no hay un día en el que no me arrepienta de haberlo hecho. De precipitarme a ese momento cuando pude esperar un poco más por algo o alguien mejor. Porque fue en ese momento que descubrí que la primera vez de una chica es especial, un recuerdo que añoras y quieres con el paso del tiempo, pero mi primera vez...

Steve se fue a jugar videojuegos con James en su casa y me llevó a la mía como cualquier dama de compañía, diciendo que fue increíble y sin preguntarme si me dolió, gustó o algo parecido. Solo me dejó allí y se fue, y yo les mentí a mis amigos para que no me vieran llorar en mi habitación por la estupidez que hice. No quería que me vieran tan rota.

— ¿Cómo te sientes? — pregunto.

No voy a decirle lo de Gregor, no en estos momentos donde finalmente está feliz. Ella merece seguir sonriendo como ahora.

— Como en el cielo. — responde con una amplia sonrisa, suspirando — Fue increíble, Sam. Me trató demasiado bien y yo... fue un sueño ¿Así te sentiste con tu primera vez?

Enamorada del CEO ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora