SAMANTHA
No me mal entiendan. Obviamente que quiero estar con Gregor a solas, tener eso que él dice de ser una pareja por un día; pero no por mí calentura o mis emociones adolescentes voy a olvidar a mi pequeña de tres meses en casa de mis suegros.
Sé que Gregor nos ama y tiene las mejores intenciones con ambas, pero no viene mal colocar sobre la mesa el hecho de que así yo sea su prometida y toda la cosa, sigo siendo madre y no voy a olvidar a mi hija o darle responsabilidad a alguien más por un momento de locura.
— ¿Quieres conocer Madrid conmigo? — pregunta Gregor emocionado, luego de dejar los platos en el lavavajillas.
Al parecer, luego de nuestra conversación sobre Vivianne y mis intenciones de buscarla, sus ánimos de coquetería y juegos se calmaron. Ahora parece incluso tímido.
— Claro. — sonreí, sentándome en la isla con aire travieso — Pero antes... ¿No olvidas algo?
— ¿No apagué la cocina? — se gira confundido hacia el aparato, haciéndome girar los ojos.
Algunas veces es muy inteligente, pero en otras no parece conectar bien sus neuronas.
Alcancé sus hombros con mis manos, girando su cuerpo frente a mí con media sonrisa mientras lo apresaba con mis piernas. De verdad se ve muy confundido ahora.
— ¿Dónde están mis felicitaciones, Gregor? — pregunto con el ceño fruncido, cruzándome de brazos.
Creí que me las daría al terminar esa conversación, pero simplemente se dedicó a comer y preguntarme sobre qué me gustaría hacer mañana con Vivianne y con él ya que tiene el día libre, en ningún momento me dijo directamente mi tan deseado "feliz cumpleaños".
— Ah, es eso. — responde con una amplia sonrisa, apoyando sus manos en mis caderas.
Abrí la boca para reprocharle, incluso decirle que es algo tácito el decirle a alguien feliz cumpleaños el día de su cumpleaños, pero el imbécil tiró de mi cuerpo como si fuera una muñeca y me comenzó a besar de la manera más lenta y desarmadora posible.
Joder, cuando me besa así me siento en el mismísimo cielo.
Enrollé mis brazos en su cuello, respondiendo su beso con la misma necesidad, dejándolo jugar con el borde de mi pijama y encendiendo mi cuerpo con su tacto sobre mi piel. No me había tocado así desde que se fue a Nueva York por trabajo, ya me hacía falta sentirlo mimando mi cuerpo.
— Feliz cumpleaños, princesa. — murmura sobre mis labios, alejándose lo suficiente para mirarme a los ojos con alegría y dejar un beso rápido. — ¿Qué quieres hacer? Tú mandas hoy ¿Buscamos a Vivianne ahora o...?
— No. — lo corté, tratando de controlar mis pensamientos luego de ese beso. Moví la cabeza de un lado a otro, haciéndolo reír — ¿Puedo pedirte lo que quiera? — pregunto.
No voy a ir a ciegas, ilusionarme y luego arruinar mi día esperando algo que tal vez él no quiera. Además que posiblemente también lo confundí con lo que dije de Vivianne y tal vez ahora ya no quiera esa soledad conmigo.
— Claro que sí. — dice feliz, arreglando un par de mechones de cabello detrás de mí oreja — Hoy estoy a tu disposición.
— ¿No me negaras nada?
— No.
— Suena demasiado bueno para ser cierto. — admito con una ceja elevada, mirándolo.
Comenzó a reírse, juntando su cuerpo con el mío en la isla. Ahora que estoy sentada quedo perfectamente a su altura y me gusta, aunque por la distancia entre su cadera y la estructura debajo de mí no sé si esté emocionado por el beso o no.
— Vamos, Sam ¿Qué quieres hacer? — pregunta tranquilo, enrollando un mechón de cabello en su dedo.
— Si me dices que no, pediré el divorcio. — advierto sonrojada, haciéndolo reír.
De verdad que no entiendo por qué me avergüenza tanto, es Gregor, debería estar tranquila junto a él. La confianza está más que ganada luego de todos estos años.
Aunque...
Es una confianza de respeto y amistad.
Supongo que la de pareja y sexual la ganaremos conforme avance esto, espero que no demore mucho, no me gusta sentirme así con él, es como si no nos conociéramos de toda la vida al verlo así.
— Muéstrame los beneficios de ser tu prometida. — murmuro sobre sus labios.
— Son muchos, dime el que quieres. — responde en voz baja, subiendo una de sus manos por mi espalda mientras suelta mi cabello con la otra para tomar mi cara.
Vale, no volveré a decirles idiotas a sus ex, ciertamente el hombre hace muy difícil el hecho de intentar olvidarlo al tratarte así.
— Ya no vas a lastimarme. — susurré, apenada, mirando a otro lado para tomar valor — ¿Aún quieres... estar conmigo?
— Princesa. — murmura con voz ronca, haciendo que lo mire a la cara con una de sus manos sosteniendo mi barbilla. Tenía las pupilas dilatadas — Eso no tienes ni qué dudarlo. — admite con una mueca en sus labios, acomodando un bulto en su pantalón.
Joder. La isla de la cocina es lo único que me protege de eso.
— Muéstrame. — susurré con labios temblorosos, mirándolo a los ojos nerviosa.
Quiero ver la forma en la que Gregor Castilla me habría tomado al ser mi primera vez. Algo en su mirada me asegura que será algo inolvidable para mí, para los dos.
— Ven. — gruñe, cargándome en brazos como lo hizo el hermano de Mikhail cuando nació Vivianne.
Por un momento creí que lo haría allí mismo en la cocina. Pienso al ver la isla olvidada con la rosa que bajé del ramo en la habitación. Este momento tan diferente solo aviva mis nervios, me hace preguntarme una y otra vez si esto será o no único como espero que sea.
— La cocina la dejo para otro día. — comenta divertido, sonrojándome al notar su mirada en mi expresión confundida con la habitación que dejamos a nuestra espalda — Voy a regalarte esa primera vez que no tuviste con el imbécil de Steve.
— ¿Cómo...?
¿Acaso lo confesé borracha? ¿Qué tanto sabe de esa horrible primera vez?
— Si no duraba lo suficiente para darte un orgasmo, no tengo fe en tu primera vez. — explica con el ceño fruncido, centrándose en las escaleras a nuestra habitación — Lo lamento, pero no pienso pasar eso por alto.
¿Qué es lo que va a hacerme?
/////
¡Hola! Disculpen, sé que tardé, que no subí más capítulos este mes que pasó, pero se me complicó y hoy iba a hacerlo temprano y se fue la luz XD
Pero no se preocupen, estos capítulos que subiré son largos y, como pueden ver, Sam y Gregor narran en un mismo cap (pasará bastante a partir de ahora); así que bueno, no tengo más nada que decir... aun.
Gracias por entender y apoyarme este tiempo!!!! Nos leemos luego, los quiero :)
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Enamorada del CEO Imbécil
RomanceÉl ha estado enamorado de ella desde que son niños. Ella piensa que es solo una amiga ante sus ojos. Ambos tendrán que vivir juntos por casualidades desfavorables del destino que los hará ver esos pequeños detalles donde antes daban por pérdida cua...