Capitulo 11

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CAPITULO 11

SAMANTHA

Estos días solo han estado cubiertos de drama en la secundaria, por un lado la novia de James Strauss se inventa que Margery y su primo, Tomás, están cogiendo a escondidas — cosa que es mentira porque mi mejor amiga apenas y denota a ese imbécil —, luego James se va a los golpes con el imbécil y los tres terminan en dirección, recibiendo el primer castigo en la historia de Margery en la secundaria.

Como se nota que desde que Gregor no está junto a nosotros todo esto se volvió una puta comedia romántica adolescente, no me sorprendería escuchar luego que un chico nuevo entrará al instituto declarándose el amor verdadero de alguien.

Esto ya parece un chiste.

Me encuentro en la enfermería con Margery, revisando el golpe que se ganó por estar metiéndose en una pelea de neandertales que sabe que no va a ganar, pero igual se mete.

— Esto es lo más estúpido que has hecho luego de haberte peleado con Gregor por un pastel hace dos años. — le digo con el ceño fruncido, moviendo su mandíbula con cuidado, ella hace una mueca.

¡Dios mío! Sí Gregor estuviera aquí ya se habría desmayado o por lo menos destrozado la cara a Tomás Blue por golpearla. Él nunca ha dejado que nos traten de manera agresiva, y pobre del que lo intente.

Que se lo pregunten a Steve que tuvo la muñeca dislocada por una semana luego que casi me golpea el rostro.

— Margery. — llama la otra persona que se está ganando que la golpeen, pero esta vez voy a ser yo. La novia de James entra con su rostro de mojigata mirando a mi mejor amiga — ¿Estás bien?

Esa pelirroja lo único que ha traído a la vida de Margery son problemas. Sus celos irracionales por James son un dolor en mi trasero desde el año pasado, frente a Gregor se controla porque a la idiota le parece atractivo y no quiere que tenga una mala imagen de ella, pero conmigo y con Margery ha sido una auténtica bruja.

— Lárgate, Raquel. — le gruño, fulminándola con la mirada.

Sus ojos verdes se iluminan con malicia, mirándonos a Margery y a mí con una sonrisa de triunfo mientras sale de la enfermería.

¡Está loca!

De seguir actuando así con Margery voy a terminar acorralándola en uno de los casilleros para demostrarle que no solo Gregor puede ser intimidante al momento de defender a uno de sus mejores amigos. Yo suelo controlarme normalmente, pero ya esta mujer está rozando el límite de mi paciencia y de lo que estoy dispuesta a tolerar contra mi mejor amiga, que considero mi hermana pequeña.

Tomo la bolsa de hielo para colocarla sobre la mandíbula de Margery, esta hace una mueca de dolor al percibir el frío en ese lugar y luego mira sus manos, cansada.

— Tendrás un moretón unos días — le informo, mirándola con el ceño fruncido — ¿Me dirás que te dijo la perra o tendré que adivinarlo?

Podré tener un resfriado por ser idiota y cumplir un reto absurdo con James para distraerme de toda esta situación estresante con Gregor, pero no voy a olvidar que mi mejor amiga fuera al baño para acomodarse el cabello que Steve le alborotó con sus payasadas y que luego tuve que irla a buscar a las gradas del campo de fútbol porque no quería regresar al comedor.

Toma la bolsa con sus manos, desviando la mirada a la ventana, de seguro se está preparando para decirme lo que pasó en el instante que estuvo en el baño. Sabe que conmigo no tiene la opción de decir que no es nada.

— Estaba arreglando mi cabello porque Steve lo había espantado cuando jugábamos en el descanso — explica. Me mira para comprobar que lo recuerdo y solo asiento, incitándola a seguir — Allí llegó Raquel con su séquito, las tres chicas me miraron con sorna y la idiota me dijo: "Así que la zorra vino a arreglarse para llamar más la atención".

Enamorada del CEO ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora