Capitulo 58

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CAPITULO 58

GREGOR

Convencer a Sam de tomar el puto jet sin mí me costó más de una semana luego que trace las rutas con Christopher de nuestra entrada a esa ciudad. Mi mujer no se caracteriza por ceder de buenas a primeras y decirle que nuestra hija la necesita porque ya han sido muchas semanas lejos fue mi mejor opción al momento de rebatirle que no iría con ella.

En más de una ocasión creí que me arrancaría la cabeza de un tajo por lo molesta que se veía cuando discutíamos que regresaría sin mí.

Pero afortunadamente entró en razón hoy, y no sé si fue más por mí o porque mi madre nos llamó anoche para decir que Vivianne tenía fiebre y la estaban atendiendo en la clínica. Lo que sé es que cedió y yo puedo respirar un poco más tranquilo mientras vamos en camino al aeropuerto para que tome el jet privado de regreso a casa.

Y este tiempo sirvió para recibir y enviar a mi abogado mi testamento final, donde la hago dueña de todo lo mío por si llego a faltar luego de la misión de rescate suicida, lo último que quiero es que algo les falte si me voy.

— ¿Sigues molesta? — pregunto con tristeza, intentando tomar su mano mientras conduzco.

La aparta sin voltear a verme, con la vista clavada en el tráfico que caracteriza a la ciudad de Nueva York. Desde que salimos del hotel no ha querido hablarme y eso me jode, mucho más ahora que me voy a ir a un puto lugar suicida y lo último que quiero es terminar peleado con ella.

— Princesa, yo las alcanzaré en...

— No te atrevas a mentirme, Gregor. — me calla con rabia, mirándome con el ceño fruncido — Di lo que se te dé la gana mientras estés en tu trabajo, pero no te atrevas a mentirme a mí.

¿Tan obvio soy?

Pero si toda esta semana he estado con ella en el hotel, disfrutando de nuestros últimos días juntos como si nada más importara. Hablamos con mis padres, vimos a Vivianne, incluso hablamos sobre nuestro futuro juntos. En ningún momento me distancié o pensé en lo que debía hacer justamente para no mentirle.

¿Estaré haciendo mal al ocultarle mis verdaderas intenciones?

Lo último que quiero arruinar es nuestra relación, la confianza que tenemos, no quiero retroceder luego de ver todo lo que avanzamos.

— Sam, yo...

El claxon de un coche que salió de la nada, mientras cruzamos el semáforo en verde, es lo primero que escucho, lo siguiente son los golpes del coche al volcarnos por el puto impacto.

Uno.

Dos.

Tres.

— ¡Gregor!

Otro golpe más.

El pitido en mis oídos era insoportable mientras trataba de orientarme estando de cabeza en mi coche, sostenido por el cinturón de seguridad. El mareo no me presagiaba nada bueno y el ver gotas de sangre en el techo abollado del coche me avisaba de una posible cortada o contusión en la cabeza.

Todos los cristales rotos se esparcían en el suelo como una película barata. Las sirenas de policía y las personas gritando afuera se escuchaban como un puto chiste mientras mi cabeza buscaba reunir todo lo necesario para seguir funcionando.

¿Qué estaba haciendo antes de esto?

Había peleado con Sam en el hotel, hablé con papá y...

— Sam. — gruño, adolorido, intentando llegar a ella junto a mí.

Enamorada del CEO ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora