Capitulo 62

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CAPITULO 62

SAMANTHA

El plan de Marcelo es simple, o al menos es lo que él cree, metiéndose aquí con algo tan lleno de vacíos como lo que me acaba de mostrar en la sala de su departamento en la ciudad. Afortunadamente por respeto a sus socios, Diego no tiene cámaras en este lugar, el italiano se encargó de estar seguro antes de traerme.

Mentirle a mi madre fue más sencillo, solo tuve que decirle que mi novio y yo queríamos pasar la noche juntos porque Gregor estaba a punto de volver a Europa en poco tiempo y yo quería ver el asunto de las universidades con él. Claro que tuve que esperar la autorización de Diego y escucharlo decirle a Marcelo que cualquier información que salga de mí se la comunique, pero no demostré que los noté hablando de mí mientras acomodaba una pequeña valija para irme.

Escuchando el plan de Marcelo y viendo los mapas que tenía de la ciudad me llevó toda la tarde, ahora es de noche en su departamento y los dos estamos solos. Sí, tiene guardaespaldas y sirvientes por la casa, pero ellos son más fantasmas que personas aquí.

— Entonces, déjame ver si entendí. — digo con un bolígrafo detrás de la oreja, viendo el mapa con los diferentes puntos de vigía de Diego.

Está delimitado con las demás ciudades y es lo que ha logrado que al imbécil no lo puedan alcanzar dentro de estos terrenos. Los rojos son de la Bratva y los azules de los italianos, adjuntando los violetas que son las fuerzas policiacas que siguen intentando entrar.

— Siete puestos son de la calabresa — señalo los puntos que están entre el lado norte y oeste. Allí hay menos presencia policial porque no tiene ciudades tan grandes de vecino — y Nueve los de la Bratva. — señalo los que están del otro lado, cubiertos de puestos policiacos.

Ese es el lado que te permite llegar a Nueva York en menos de cuarenta minutos, por el camino de los calabreses me llevaría tres horas, rodeando todas las ciudades. De seguro por allí nos ingresaron, luego que chocaron nuestro coche.

— Sí, con la muerte de mi hermano los calabreses no se han quedado a observar lo que sucede. — admite Marcelo con una mueca — Yo no he terminado de ser reconocido como jefe por lo mismo, dicen que me falta valor. — suspira, cerrando los ojos.

Ciertamente, valor si le falta, pero ingenio tiene, poder visualizar esto con tanta claridad no es algo fácil. Él no es líder, es estratega.

Ahora quiero conocer a su hermana mayor, según me comentó de camino aquí ella era la heredera original.

— ¿Dónde necesitas mi participación en esto? — señalo el mapa y los informes de los sujetos de Diego en el sillón a nuestro lado.

Tenía una sala amplia, debo admitirlo, fácilmente hemos podido hablar los dos sin tocarnos en ningún momento, él en su mueble grande cuero y yo en el mío. Ni siquiera sé cómo es la cocina, es de concepto cerrado, escondida detrás de una pared que la divide de la sala y el comedor de cristal a pocos metros de aquí.

— Información de la Bratva, de sus hombres más cercanos. — me muestra tres fotos de personas que conozco muy bien y sonreí — Tengo entendido que has tenido relación con ellos, son las personas que más tiempo pasan con Santander en la mansión.

— Dime funciones. — pido con interés, viendo los informes de ellos con el ceño fruncido.

A esa perra le voy a destrozar la cara en cuanto la vea, todo esto lo está haciendo por ardida.

— Steve es el asistente, Raquel la intermediaria con los hackers y James es solo un huésped más en la mansión, está fuera de servicio y Steve sirve por él.

Enamorada del CEO ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora