Capitulo 16

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CAPÍTULO 16

SAMANTHA

Exámenes, testimonios, declaraciones, pruebas.

No quiero saber nada sobre hospitales y edificios policiales, he visto lo suficiente de ellos en veinticuatro horas que en toda mi vida. Ir a esos lugares es un sinónimo para indicar que todo a tu alrededor es una mierda, lo cual no dista de ser mi realidad en estos momentos, desde que di mi primera declaración entendí que mi vida se destruyó en ese lugar. No siento que pueda ser la misma, no ahora.

— La terapeuta vendrá mañana, cariño.

La madre de Gregor me ha acompañado en todo el proceso, incluso pagó y sobornó a las personas necesarias para que esta información no se filtrara y mis padres supieran de esto, yo no quería que ellos se enterasen de nada. Sé su respuesta y en estos momentos lo único que va a lograr es dañarme emocional y psicológicamente, su mente es demasiado cerrada para considerar que lo que me pasó no fue provocado por mí.

Cuando empecé a trabajar con la madre de James en la agencia de modelaje eso fue lo primero que me dijeron, que provocaría el deseo de hombres que no me harían bien y eso lo hacía al no seguir siendo una mujer de su hogar. Para ellos fui perfecta hasta ese punto, hasta que comencé a descubrirme a mí misma durante esta etapa importante del instituto ¿Acaso ellos han tenido razón todo este tiempo?

A la única persona que se me ocurrió llamar desde la comisaría fue a mi hermana, la única de mente abierta de la familia, e incluso ella rompió a llorar conmigo cuando el policía le explicó lo que me sucedió y cómo se debía proceder con una investigación. Ella estaba en África, caminando por un mercado cuando la llamé con la ayuda de la madre de Gregor. Prometió no decir nada a nuestros padres y que estaría atenta a cada paso, repitiendo una y otra vez que esto no era mi culpa.

"¿Enserio no fue mi culpa?" Me pregunto, mirándome al espejo de la sala del apartamento de Gregor.

Mi ropa quedó hecha un asco y la madre de mi mejor amigo me dio unas prendas de su hijo que tenía guardadas en este lugar, lo cual me rompió más el corazón mientras me miro con su ropa puesta, pero sabiendo que él no vendrá a consolarme.

Yo decidí salir con ropa indiscreta, mi madre siempre me advirtió que mostrar mi cuerpo con los tops y los pantalones apretados me traería problemas ¿Ella siempre tuvo razón?

"Pero Katie siempre viste con escotes y ropas llamativas". Me digo a mi misma, recostando mi cabeza en el mueble de la sala, silenciando las conversaciones a mí alrededor.

La madre de Gregor le estaba informando la situación al padre de mi mejor amigo mientras este daba el informe de su progreso, siendo como todo lo concerniente a mi mejor amigo las últimas semanas: inútil.

Ya no quería escuchar malas noticias, no quiero saber sobre la mierda a mi alrededor, solo quiero regresar al baño de este departamento para arrancar mi piel con el jabón para borrar sus huellas, no importa que la madre de Gregor me diga que me estoy haciendo daño, me doy asco de solo recordar sus manos sobre mi cuerpo.

Me dieron la posibilidad de contarle a Margery lo que ocurre, pero no puedo decirle esta noticia ahora, no después de ver la mierda que está teniendo este año con toda su vida. Agregar mis problemas y los de Gregor solo va a arruinar lo que con tanta ilusión esperó. Mejor callarme.

— Sam, tienes que comer. — me dice la madre de Gregor, tomando mis manos entre las suyas, cálidas y suaves, muy diferentes a las mías que están frías y rasposas luego que forcejee antes de perder el control en mi cuerpo.

Miro la unión de nuestras manos con una mueca, recordando por breves momentos esos instantes donde grité y lloré mientras sentía todo lo que ese tipo me hacía. Me había paralizado el cuerpo del cuello para abajo, fui su maldita muñeca todo el tiempo que quiso.

Enamorada del CEO ImbécilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora