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Este capítulo contiene partes +18

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Este capítulo contiene partes +18

Hay un silencio incómodo entre los dos, Eddie se arrepiente de haber hecho tal propuesta que no le hace sentir orgulloso, se siente mal, quizá no debió haberlo dicho, no es un experto robándose virginidades de chicas enamoradizas como Emma Sheridan, siempre que ha tenido la oportunidad, primero se asegura de jamás ser la primera vez de alguna. Sabe que no viene al caso preguntarle aquello a Emma, si la chica se vuelve un atado de nervios con el simple roce de sus manos.

—¿Por qué de pronto te callas?— Emma pregunta en sus labios.

—Estoy nervioso...es sólo eso.

—La virgen soy yo—Emma responde con una sonrisa, Eddie lo entiende de manera implícita, Emma lo quiere, desea que aquello pase, y él, por algún motivo que no puede resolver en su propia mente, no comprende por qué las otras chicas no, y Emma sí. ¿Por qué se atrevería a llevarse la inocencia de Emma? ¿Por qué le produce tanto placer imaginársela de la manera menos angelical posible?

—¿Estás segura?—pregunta Eddie en su oído.

—Nunca he hecho antes esto, Eddie— Emma juguetea con las manos del chico. A pesar de su apariencia de chica bonachona, que no se mete en problemas, que es la hija ideal de una madre estricta, no le importa demasiado lo que está por hacer. Sabe que sería algo realmente poético conseguirlo, aunque Eddie no le esté prometiendo algo duradero, nunca lo han hablado, es demasiado pronto, no viene al caso preguntar el qué podrían ser después de compartir un momento tan íntimo como tener sexo.

—Debes estar tranquila, no vas a morirte, preciosa— Eddie acaricia sus piernas, hace una maniobra para que ella vaya al asiento copiloto, entonces él se baja y le abre la puerta de su lado. Eddie encabeza la caminata que se siente eterna, hasta que abre las puertas de atrás. Él la hace subir primero, y Emma piensa ¿cuántas chicas han estado aquí? pero lo elimina por completo de su cabeza, cree que es innecesario llenarse de inseguridades antes de estar con él.

Eddie enciende la luz del techo, tiene una frazada doblada en la esquina y la estira para dejar el piso algo más acolchado. Emma no sabe qué es lo que sigue, entonces se pone de rodillas, y espera a que Eddie se acomode para quedar frente a ella, ambos se miran con nerviosismo, como si el siguiente paso fuera por parte de ambos. Emma juguetea con la uñeta que cuelga de su cuello, no lo mira bien a los ojos, Eddie busca sus labios para darle un beso, ella acepta aquel beso como si no quisiera jamás terminarlo. 

—Ven acá— Eddie toma su mano con suavidad, la acomoda en la frazada, el corazón de Emma late con más rapidez— Voy a tratarte bien, no tengas miedo— Ella asiente. Eddie se acomoda a su lado, vuelve a besarla, aunque ahora toma con más autoridad su muslo izquierdo, abriendo sus piernas, Emma abre sus ojos algo nerviosa, aunque decidida. Vuelve a atacar sus labios, y sus manos viajan directo al botón de sus vaqueros, lo desabrocha porque el permiso se lo ha entregado aquel beso demandante. Mete sus manos hasta llegar a las bragas de la chica, por un reflejo, ella cruza sus piernas, y Eddie se ríe de manera maliciosa— Sólo relájate, no va a pasarte nada malo—Emma asiente, y hace lo que Eddie le pide.

sorry, I'm late sweetheartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora