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Emma siente sus mejillas arder, ve la carta que le ha dado a Eddie, no sabe bien qué decirle, él nota el silencio de la chica, entonces se acerca a Emma, lo hace de manera silenciosa

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Emma siente sus mejillas arder, ve la carta que le ha dado a Eddie, no sabe bien qué decirle, él nota el silencio de la chica, entonces se acerca a Emma, lo hace de manera silenciosa.

—La guardé— Eddie habla en su oído— ¿Será nuestro secreto?

—¿Otro secreto más?—pregunta ella. Eddie estira su mano y toma la carta— No pareces ser el tipo de chico que guardaría una carta de amor. Vi cómo la rompiste.

—Sí, la verdad es que, soy Eddie Munson, se supone que estas cosas no me pasan. No entiendo cómo alguien pudo estar por mí, asumo que se aburrió de esperarme— Emma evita el contacto visual, sabe que lo mejor es guardar silencio, no quiere asustarlo, no quiere que piense que es una loca— Pues, no iba a romperla, pero cuando vi que James, Stephen y John comenzaron a reírse, entonces entré en pánico, y preferí romperla, pero nunca fue por tener algo en contra de esa chica.

—¿Tienes alguna sospecha de quien pudo ser?— Emma hace la pregunta sólo para saber qué tan alejado de la realidad podría estar.

—Pues no, la verdad es que jamás alguien mostró interés en mí.

—¿Le hubieras dado una oportunidad a esa chica?— Emma sabe que aquellas preguntas pueden ser masoquistas, no espera las mejores respuestas—Estamos en confianza, no voy a juzgarte— Emma lo mira con detención.

—No lo sé, Emma. Ya sabes, hubiera sido todo un drama adolescente el salir con una chica sólo por una carta. Pero, de todos modos, saber que una chica, sentía cosas lindas por mí, se sintió bien, se sintió bonito, Esto es algo que sólo tú sabes— la chica se acomoda entre sus almohadas.

—Me causa tristeza cómo es que lo ves como si fuera una locura.

—¿Qué cosa es una locura? Según mis palabras...

—El que una chica pueda quererte, pueda amarte, no eres un monstruo, estás lejos de serlo, creo que eres un chico sensible, y eres tierno, sé que me dirás que no, pero...—Eddie no la deja seguir hablando, se lanza contra ella, con suavidad, como si Emma estuviera conformada de cristales, Le roba un beso de sus labios.

—Bueno, probablemente, de haber hablado con esa chica de la carta, ahora no estaría contigo, y me gusta esto, ya sabes, esto que hemos creado— Susurra en sus labios.

—Me gusta cuando dices cosas tiernas—Emma habla despacio.

—No suelo ser tierno...

—No debes ponerte caretas conmigo, jamás en la vida ventilaré lo que somos, ni los besos, ni cómo me tocas...— la chica lo mira a los ojos, Eddie también se concentra en el color azul de los ojos de Emma, entonces siente algo, no sabe lo que es, pero tiene miedo de volar demasiado alto. Se acomoda entre sus piernas blancas y delgadas, besa su vientre y mordisquea el borde de sus bragas, pasa la lengua sobre la tela—No vamos a tener sexo— lo dice entre risas —Pueden llegar tus padres, y dudo que quieras que me vean.

Eddie se detiene de aquello que estaba haciendo, se acomoda a su lado, se queda en silencio analizando las palabras de la chica.

—¿Por qué dices eso?— Pregunta.

— ¿Qué cosa? ¿El que no tendremos sexo? ¿O lo de tus padres?

—Lo de mis padres—Juguetea con un mechón de cabello de Emma— De que dudas que quiera que mis padres te vean- Nunca te he hablado demasiado de ellos, pero ya sabes, la relación no es la mejor, y es que ellos se ven agradables, pero me abandonaron una gran parte de mi vida, y a pesar de eso, creo que ellos serían amables contigo, y también creo que te amarían. Todos te aman cuando te conocen.

— No mientas, si fuera así, no sería una marginada en la escuela.

— En la escuela todos apestan, pero no lo sé, por ejemplo, James, él dice que eres agradable y linda— Eddie juega con sus manos—Y bueno, pues....—traga saliva, no quiere admitirlo, no quiere sonar meloso— Bueno, creo que yo también creo— se siente tonto por enredarse con sus propias palabras—Eres muy encantadora— Emma sonríe, sus ojos brillan. Entonces nace de ella abrazarlo, y Eddie cierra sus ojos, acepta el abrazo, su corazón late con fuerzas, se siente como un trozo de mantequilla sobre un hotcake caliente.

—¿En serio crees que soy encantadora?— pregunta Emma.

—También creo que fue encantador conocerte— Eddie hace la confesión a ojos cerrados— Quédate a cenar con nosotros, Emma. Sé que, es mejor que te calmes si es que verás a tu madre, ha sido un día duro para ti, y si a eso le sumamos, que lo hicimos, sé que cargarás con demasiadas mentiras para tu madre. Y me tienes de tu lado, no quiero hacerte daño y generarte más problemas.

—Gracias por ser así conmigo...— Emma entrelaza sus manos, Eddie se queda inmóvil viendo aquel acto de unión entre los dos, pero le gusta, le gusta cómo se siente.

— No es un sacrificio hacerte sentir bien, me gusta hacerte sentir bien, me gusta que sepas lo linda que eres, y que eres mejor que todas esas chicas que te hacen sentir rara. Un día irás a la universidad y tendrás miles de amigos, y los chicos dirán que eres hermosa, y no sólo eso, sino que , lo más importante es lo inteligente que eres, jamás conocí a alguien más brillante que tú— Aquellas palabras le hacen sentir ridículamente especial, pero a la vez, le deja un sabor agrio, Eddie asume que lo de ellos es algo sólo hasta acabar la escuela, Eddie asume lo que de ellos tiene fecha de término, y ella lo entiende, él no le ha prometido nada, pero Emma quiere más, quiere poder amarlo incluso una vez terminen la escuela, quiere poder sentirlo en su adultez, ¿Y qué si siguen su romance en una ciudad grande? donde puedan salir de noche a beber cerveza a bares, caminar por las calles de noche, abrazados, dormir juntos en la misma cama y tener sexo desenfrenado después de una semana llana de exámenes. Emma sabe que es un pensamiento intenso, y que Eddie huiría de ella si tan sólo se metiera en su cabeza, o posiblemente manejaría su cerebro para que engañe a su corazón y pueda amarla a ella.

Emma le sonríe de vuelta, su mente ha navegado a lugares peligrosos, entonces prefiere volver a su costa, a esa donde Eddie la espera.

Eddie jala de su brazo, y la abraza, se aferra a ella, y la besa en la boca, Emma se deja llevar por su lengua intrusa que ama enredarse con la de ella, las manos del chico acarician sus piernas, y ella acaricia su cabello lleno de rizos.

— Me quedaría así toda la noche—Susurra en el oído de la chica— No pensé que estar en una cama contigo, podría sentirse así de bien.

— Me quedaría así toda la noche—Susurra en el oído de la chica— No pensé que estar en una cama contigo, podría sentirse así de bien

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sorry, I'm late sweetheartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora