—Desde que llegamos de la iglesia has estado callada, ¿Pasó algo?—Ophelia huele siempre que su hija no lo está pasando de lo mejor.
—Nada, no pasa nada. En serio.
—Fueron esos chicos, los de la escuela, ¿No es así? — Su madre la mira a los ojos directamente. Emma jamás le confesaría lo que ha pasado, sólo se ha limitado a mirarla, negar con su cabeza y jugar con un pedazo de zanahoria que ha quedado en el plato.
—Estoy bien, en serio. No ha pasado nada malo.
—Llegaste más temprano de lo que me has dicho. Te conozco, no comprendo por qué me ocultas cosas todo el tiempo. Eso no le gusta a Dios, él va a castigarte por ser una chica tan mentirosa— Emma pone sus ojos en blanco, lo que menos necesita son los sermones de su madre.
—Deberías dejar de meter a Dios en todas las cosas—lo dice de una vez por todas—Deberías dejar de llenarte la boca con Dios, madre. Hay cosas peores que ocultarle información a una madre con la cual no tengo confianza— Emma se para de la silla y la apunta— A veces sólo quiero un abrazo y un consejo de mamá, no que me leas un puto versículo de la biblia.
Ophelia se queda boquiabierta, analizando la rebeldía de su hija, puede ver en sus ojos el fuego del infierno, y su melena, la manera en cómo se ha deslizado por sus hombros, producto de aquella violencia en su actuar.
Después de aquella cena con su madre, Emma simplemente se encerró en su cuarto. Se lanzó en la cama, con furia, su pecho sube y baja, tiene un mensaje de Eddie en el móvil, no lo ha querido abrir, tiene miedo de que las cosas con Betty hayan resultado más que bien.
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— Me gusta cómo se ve tu cabello, la luz de tu cuarto te sienta muy bien— Betty está sentada en la orilla de la cama de Eddie. Está con su playera.
Eddie está con sus ojos completamente abiertos, mirando hacia un punto fijo, no entiende cómo las cosas han podido escalar de tal forma ,que se ha terminado acostando con Betty Flannagan, la chica de sus sueños, nunca se lo ha comentado a alguien, Emma ha sido la primera en saberlo de manera directa.
—Y descuida, ha sido un enredo nada más, supongo que queríamos esto desde antes que me ponga de novia con James. La tensión entre tú y yo ha estado siempre —La chica le sonríe y acaricia su rostro— Eres un buen chico, Eddie.
Y él, siempre la quiso, siempre quiso todo con ella, en cambio ahora, se siente cómo el chico de paso por su vida.
—Claro...— responde algo nervioso, confundido, a pesar de que Betty ha sido su sueño, un sentimiento de vacío le ha quedado después de enredarse con ella tras la partida de Emma.
—¿Estás bien?—pregunta la chica—No es necesario que sientas culpa por tu amigo, además, sabes que no estoy interesada en una relación, no quiero un novio hasta llegar a la universidad. Y su me acosté contigo, es porque me gustas, eres lindo y eres un tipo real, y sé que te gusto— sonríe, Eddie también lo hace, aunque esconde sus ojos brillantes, sabe que no puede demostrar más, reprime sus sentimientos.
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sorry, I'm late sweetheart
Fiksi PenggemarEmma Sheridan, una chica particular, brillante y a la vez extraña, probablemente una romántica empedernida. De sus ojos no desaparece Eddie Munson, el típico metalero de escuela americana, con parches de bandas como Metallica y Iron Maiden en todas...