Emma Sheridan, una chica particular, brillante y a la vez extraña, probablemente una romántica empedernida. De sus ojos no desaparece Eddie Munson, el típico metalero de escuela americana, con parches de bandas como Metallica y Iron Maiden en todas...
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—Claro que lo hablamos — Emma está sentada al final junto con Brian.
—Vamos, eres libre de hacer lo que quieras. No están casados— el chico habla mientras dibuja cosas sin sentido en el papel cuadriculado.
—Al final lo arreglamos, es sólo que, comprendo su punto.
— Y yo comprendo el tuyo, lo siento Emma, es mi visión como amigo. Eddie debe saber que eres grande, sabes perfectamente lo que haces, y bueno, él sólo debe estar para apoyarte. A veces creo que llevan una vida de casados, y en serio, son demasiado jóvenes.
—Hey, hablas como si Eddie no te cayera bien— Emma mira a su amigo.
—Me cae bien, pero soy amigo tuyo, no de él, además, es evidente que me detesta. ¿Por qué? claramente es un celoso que piensa que, porque somos amigos, entonces quiero llevarte a la cama.
—No lo digas así, es sólo que a veces Eddie cree que seguimos en la escuela. No éramos amigos en este entonces, pero, las personas eran algo más crueles, nunca me hallé. Inez era mi única amiga.
—Bueno, perdón si te incomodé, es sólo lo que creo. Eres una chica libre, y puedes tener un noviazgo, pero Eddie no es tu padre, es sólo eso.
—Se preocupa por mí.
— Sí, pero no está bien cuando la preocupación es extrema y lo sabes—Brian suspira, y le sonríe a la chica, acaricia su hombro— Ya, como sea, sabes que eres mi amiga y me lo dices para desahogarte. Te irá bien hoy, y si no, entonces llamas a Eddie, y si no está Eddie, vale, me llamas a mí. No estás sola.
— Tengo miedo de que Inez nuevamente tenga esa actitud de mierda. Me da miedo ser una tonta y encima darle la razón a Eddie, porque me dirá: te lo dije— ella guarda unas cosas en su mochila y esperan a que llegue la maestra. La conversación se acaba ahí mismo, ellos se voltean y enderezan en sus lugares.
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— ¿Y qué haces después de clases? — Alfie sostiene un libro entre sus manos, Daisy revisa su móvil. Son buenos amigos de universidad, algo extraños, pero Eddie cree que tiene más afinidad con ellos que son el resto.
—Ir a casa— responde de lo más normal, quiere estar en el apartamento para cuando Emma llegue.
— Hay una tocata unas cuadras más allá— el chico habla divertido, le sonríe y Eddie conoce aquella sonrisa. Sus amigos tienen un estilo de vida no muy bueno, probablemente están algo perdidos en el mundo de las fiestas, a pesar de eso, Eddie los considera buenas personas— Creí que querrías venir.
—¿O Emma no te deja? — Daisy se ríe, Alfie lo hace también— Vamos Eddie, suéltate un poco más, apenas sales con nosotros. Eres como el amigo bien portado. Nos hace falta una fiesta desenfrenada.
— Chicos, no lo sé, quiero esperar a Emma primero— Eddie responde de manera tímida.
—Emma, Emma, Emma. Amigo ¿Estás casado?— Daisy toca el hombro de Eddie— Yo no te veo con un anillo en el anular— Alfie se ríe de los dichos de su amiga. Desde que se han hecho amigos el primer día de universidad, se ha creado una buena relación entre los tres, aunque Eddie ha agarrado la fama de ser el responsable de los tres. Ni Daisy ni Alfie conocen demasiado a Emma, no tienen algo en contra de ella, pero cada vez que pueden, le dicen a Eddie que parecen un matrimonio y que son demasiado jóvenes como para vivir juntos.
