Emma Sheridan, una chica particular, brillante y a la vez extraña, probablemente una romántica empedernida. De sus ojos no desaparece Eddie Munson, el típico metalero de escuela americana, con parches de bandas como Metallica y Iron Maiden en todas...
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— ¿Qué haces acá?— Emma sostiene en sus manos un café. Están frente a frente con Inez. Una vez se han reencontrado en el pasillo, han ido a la cafetería, Emma no sabe bien cómo actuar frente a la llegada de Inez, no tenía en sus planes volver a verla, pero después de dos años, le es imposible ignorarla.
—Pedí transferencia a Scranton, sólo eso— Inez también tiene el vaso de café entre sus manos— No creí volver a verte. ¿Cómo has estado? —la mira a los ojos—Estás muy linda— Emma evita el contacto visual— Supe que estás con Eddie, viven juntos.
—Sí, estamos muy bien— Emma responde.
—Me alegro...—Inez suspira, Emma está nerviosa, no sabe cómo poder zafar de alguna conversación extraña con quien fue su mejor amiga— ¿Tu madre cómo se lo ha tomado? — Emma no puede evitar sentir impotencia. Fue ella misma quien contó su secreto.
—Lo está procesando, pero, tiempo al tiempo—Emma responde de manera serena, sabe que han pasado dos años y que se ha hecho fuerte, Inez jamás podría llegar a interrumpir su tranquilidad.
—Me alegro, es lindo que sigas con Eddie. Estoy feliz por ustedes— le sonríe— Y hablo muy en serio.
—Gracias, Inez— Emma es cordial, pero no cree por completo las palabras de Inez— Bueno, espero nos veamos otra vez, ahora debo irme— la chica tiene la intención de marcharse, se para del asiento y camina en dirección a la puerta de salida, pero Inez se para también y camina detrás de ella.
— ¡Emma!— apresura sus pasos para jalar de su brazo. Emma se voltea.
— ¿Sí?—la chica la mira sin demasiadas expresiones.
— ¿Podemos hablar un poco más?
—Inez, tengo algo de prisa. Puede ser en otro momento, ahora debo verme con Eddie, me está esperando— La chica sigue caminando, pero Inez jala su brazo, lo hace con suavidad.
— Por favor, Emma. No me ignores.
—Inez, no creo que sea el momento. Podemos hablar otro día— Emma sólo quiere seguir su camino, pero los ojos de su ex amiga, se le hacen algo imposible de pasar por alto. Y es que, ella recuerda cómo solían ser tan unidas, pese a todo lo malo. No extraña su amistad, pero le hubiese gustado que todo fuera completamente diferente.
¿Cómo serían las cosas si es que Inez no hubiese actuado como una psicópata y una desleal? Emma a veces se pregunta eso por las noches. Probablemente se hubiera aventurado a vivir en una nueva ciudad junto con su amiga, y aquello le genera pensamientos contradictorios. Extraña la sensación de tener una cómplice, pero a la vez, sabe que se ha librado de tener problemas mayores por una chica como Inez Doherty.
—Emma, estoy muy arrepentida. Por favor, necesito que hablemos— la chica la mira con sus ojos bien abiertos.
—Lo dejamos todo muy claro esa noche— Emma lo recuerda todo.
