Emma Sheridan, una chica particular, brillante y a la vez extraña, probablemente una romántica empedernida. De sus ojos no desaparece Eddie Munson, el típico metalero de escuela americana, con parches de bandas como Metallica y Iron Maiden en todas...
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Emma se queda en silencio recordando aquel momento, no siempre lo recuerda, pero a veces, en las noches, cuando no puede dormir, piensa en la respuesta que Eddie pudo darle a sus amigos, porque fue un mensaje en grupo.
— ¿Pasa algo? te has quedado callada...— Eddie la mira con una sonrisa— Me da miedo el silencio— La mente de Emma vuelve a los ojos de su novio.
—No, no pasa nada— vuelven a entrelazar sus manos.
—Linda— Eddie lo dice sin contexto, ella se ríe.
—Ridículo — se ríe Emma— Me dices linda porque sí.
—Bueno, eres mi novia— la mira detenidamente— Eres la más linda para mí.
—¿En serio?—pregunta la chica.
—Claro, lo eres. Además, eres lo más importante en mi vida. Me quieres en mis peores días. No cambiaría esto que tenemos, por nada del mundo. Y te lo digo porque te conozco, y hemos tenido esta conversación antes. No me gusta sentirte insegura a mi lado, no me gusta que creas que estaría mejor sin ti, o llevando esto de una manera no tan intensa. Porque sé que te preocupa el cómo me siento yo viviendo contigo, porque piensas que quizás yo me aburriré de pasar mis noches contigo, o viviendo el día a día a tu lado— A veces Emma siente miedo de cómo Eddie puede leerla como un libro, aunque no es ese miedo en el mal sentido, le gusta aquella evolución que han tenido, en que ambos se conocen a la perfección, no sólo de una manera física, sino de una manera emocional.
—Sabes que no desconfío de lo que sientes. Sólo me da miedo perderte...— Emma evita el contacto visual.
—No vas a perderme— abraza su cintura— Me tienes para siempre—susurra en su oído— Ahora duerme, mañana será un largo día.
{...}
Eddie camina por los pasillos de la facultad, no se han visto con Emma desde la mañana, toma asiento junto a Alfie y Daisy, ambos siempre miran a Eddie entre risas, el chico en cuestión es algo tímido, sobre todo en la universidad, sabe que no pasa desapercibido. Para ese día ha decidido llevar una playera de Black Sabbath y sobre esta una camisa a cuadros color verde, su cabello largo se mueve al compás de sus pasos, llama la atención de un buen par de chicas, aunque todas saben que no está disponible.
— ¿Qué tal?—pregunta Alfie.
— Todo bien, chicos— responde.
— ¿Vienes al bar con nosotros? después de esta mierda ya no tenemos nada— pregunta Daisy.
— Pues— se lo piensa, aunque sabe que no es un pecado si es que aceptase ir con sus amigos— Sí, no hay problema.
— Las novias están prohibidas, eh— Alfie se ríe.
—Hey, basta con eso viejo. Emma no se molesta porque salga— Eddie responde algo a la defensiva— Puedo ir, así que tranquilo con eso.
—no es necesario que saltes al ataque— se ríe la chica —Y me alegro de que decidas salir solo, aunque sea una puta vez— la chica se ríe y se mira con Alfie.
