Fue en mi décimo cuarto cumpleaños cuando mi madre y mi hermana murieron. Unos días antes, avisaron que tendrían que salir de viaje porque algo se había presentado. Ninguna de las dos me dijo que sucedía, ni porque. Se la pasaron "Abby, Abby, Abby, Abby..." Solo se disculparon por dejarme sola durante ese día, y se fueron.
Fue la última vez que las vi.
— No estés nerviosa. — Murmuro Kate, mientras volvíamos a la sala. Ella traía del taller algo que parecía ser una gran mochila negra. Al entrar por las grandes puertas corredizas note que las escaleras por las que anteriormente habíamos bajado no eran las únicas. Habían otras, estas eran negras, y estaban casi ocultas junto a una gran cuadro pintado a mano de figuras geométricas. Kate seguía hablando, pero la mezcla de sentimientos amargos en mi gargantas me impedían sentir otra cosa que no fuese temor y confusión.— Ellos son amables.
— Kate, ¿Mi padre esta bien? — Llevaba mucho queriendo hacer esa pegunta, pero temía que me dijeran que había muerto. Ella alzo la mirada y asintió, haciéndome suspirar.
Esta vivo.
— Esta bien, pero es algo complicado explicar donde esta ahora. Esperaremos para después, ¿Esta bien? Ahora, quiero que conozcas al resto del grupo, ya veras; los amaras.
Sus palabras me hicieron temblar. La expectativa me iba a matar.
Intente obviar el hecho de que mi corazón martilleaba con fuerza y asimile la verdad: Estaba nerviosa. De pronto, un ruidoso parloteo vino de la cocina, la puerta de cristal se movió, o al menos eso escuché. Y luego un montón de personas entraron por allí. Todos hombres. Intente rehusarme a ver a nadie a los ojos, avergonzada. Nunca había sido especialmente amable para el sexo opuesto. Ahora sabia quienes venían tras Kate esta mañana cuando yo apuntaba a su esposo con y arma.
— Espero que estén presentables. — Susurro ella, cruzándose de brazos ante mí, impidiéndome alzar la mirada. — ¿Lista?
— Claro. — murmure entre dientes, prácticamente añorando una cama para dormir hasta la muerte, o una ducha para ahogarme a mí misma. Cualquiera que llegara primero.
— Muy bien, Amber, te presento a... ¡No puede ser! ¡Sácate eso de la nariz Zack! — Mire un punto en específico de la pared, donde colgaba un cuadro raro: Sabia y era consciente de que habían más personas en la habitación, no solo por el ruido que hacían, sino porque lo hacían de manera exagerada. Sin embargo me sentía obligada a ignorarlos.
—Ella es Amber ,— Comunico Kate, levante la mirada. Varios chicos en distintos lugares de la sala miraban directamente hacia mi.— Ellos son el resto del grupo, Amber.
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Lycans I: Eclipsis
LobisomemLuego de la muerte de su madre y su hermana, Amber decide salir de Londres y mudarse a un pequeño pueblo en Norteamerica para vivir con su padre. Fire's Wood es un lugar extraño, tenebroso y muy aburrido. Sin embargo, el lugar oculta la distopica v...