Capitulo 29

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No me gustaban los hospitales

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No me gustaban los hospitales. Y no tenía nada que ver con el olor, o la gente, o toda esa mierda que inventaban los demás para no ir. Era por la muerte de mi madre y mi hermana. Darcy había muerto inmediatamente por el impacto, pero mi madre no. Como la montaña del accidente había estado cerca de Inglaterra, un helicóptero medico había ido por ella para tratar de salvarla y la habían llevado a un hospital muy conocido en Londres. 

Yo había llegado a tiempo con mi abuela y la prima teresa. Decían que era un milagro que hubiese sobrevivido casi cuatro horas después de un accidente tan feo. Pero sus signos eran inestables. Los médicos trataron de hacer todo para salvarla, pero ella no lo logro. Desde ese momento estar en hospitales significaba muerte, recuerdos, y mal sabor de boca. No. No era fan.

Estar con Paul era como estar con un hermano mayor muy listo, y justo ahora; Como estar en el medico. Me analizaba el cuerpo como todo un doctor especializado, y su rostro lucia sereno y tranquilo mientras me palpaba las costillas y el abdomen. Trate de no sentirme rara cuando me pidió que me sacara la camiseta, y no fue tan complicado: Paul era muy serio y profesional, en ningún momento me hizo sentir incomoda. Siempre estuvo muy serio y bastante concentrado en lo que hacía. Era como verle hacer un examen muy, muy importante.

La única otra persona en la Enfermería era Kate, estaba junto a la camilla donde yo reposaba, y me miraba muy intensamente. Creo que buscaba que un cuerno, una cola o un par de alas deformes me surgieran o que tal vez comenzara a levitar. De algún modo la situación se me antojaba riesgosa, no para mí, sino para ellos. Todos se habían quedado fuera a esperar que Paul terminara, Kate se había negado a salir -luego de haberme dado un enorme beso húmedo que yo no merecía- y Zack había murmurado un "Buena suerte" en voz baja que no me gustaba para nada.

Antes de que pudiera decir algo, Paul dijo:

—Ya ha comenzado. Y no lo sé, pero creo que también terminó.

—¿Tan rápido? — preguntó Kate, acercándose para acariciarme la cabeza. Paul me tendió la camiseta para que me la pusiera. — Increíble — Kate sonaba tan sorprendida que me sorprendía a mí — Increíble.

— ¿Qué es increíble?— pregunte, sin poder contenerme.

—Normalmente los procesos duran unos días. — Explico Paul.

— ¿Días? ¿Te refieres a... Días con dolor?

— Dolor no tanto, más bien días de desarrollo. — El tomo la lamparilla diminuta en la pequeña mesa que estaba al lado y me apunto los ojos con ella. No me hizo daño. — Cuando se desarrollan las habilidades externas a los Lycans también se desarrollan por completo las internas, ya sabes; Oído, vista, piel... —un flash del momento en que el café caía sobre mi brazo atravesó mi mente. Vaya. — Pero no lo sé, es como si solo hubiese durado unas tres horas en ti.

— ¿Cuánto es lo mínimo que dura?

— Lo máximo es una semana, — dijo el — Lo mínimo tres días.

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora