Capítulo 21

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Amber.



— ¡Amber! ¡Amber! ¡Reacciona!

Intente ponerme en pie, y la habitación que me rodeaba desapareció de golpe. Mi cuerpo lastimado no soporto el peso, y me desplome contra el suelo, mis manos estaban preparadas para detener el impacto, pero alguien me sostuvo antes de incluso llegar a lastimarme.

— Amber, no intentes moverte.— susurro la voz de Cameron, muy cerca de mi rostro— Tus heridas son muy graves, aun no has comenzado a sanar.

Mi vista borrosa comenzó a volverse nítida, al mismo tiempo que un grito desgarrador hacía que ambos nos giráramos hacia la izquierda.

Era Nora. Plantas, controladas por ella, se abrían paso hacia mi como serpientes con vida propia.

Andrew surgió de la nada, ágil como un guepardo, se interpuso entre las ramas y yo. Por un segundo temí que le hicieran daño, pero el alzo las manos... Y las plantas salieron despedidas en dirección contraria.

— ¿Qué...? — Mi atención se dividió hacia Nick, que estaba moviéndose torpemente a mi alrededor, con un líquido negro en las manos. Un humo denso y oscuro estaba surgiendo del suelo donde el líquido tocaba. Aprete los ojos. — ¿Qué están haciendo? ¿Cómo hacen eso? ¿Cameron?

Paul, cerca de mí, tiro de Cameron hacia arriba y le dijo algo, pero el sonido que nos rodeaba era fuerte y no me dejo oír. Cameron me miro durante un segundo, y luego se levantó, alejándose. Sin el cerca me sentí desprotegida. Trate de levantarme, pero la herida me abrasaba el abdomen, impidiendo que me moviera bien. La herida, la confusión y la pérdida de sangre contribuían a mi confusión, haciéndome sentir muy perdida.

Los chicos estaban ubicados en distintos lugares, todos ellos tratando de mantener lejos de mi las plantas, pero eso tenía que ser imposible. ¿Una simple chica podía contra todos ellos?

En primer plano contemple como la tierra a un lado de mi comenzaba a sacudirse, como si un animal se moviese por debajo. Pero no era un animal, era la raíz de una planta. Me arrastre un par de dolorosos centímetros hacia un lado, tratando de alejarme, pero la raíz surgió, gruesa y llena de tierra, lanzándose hacia mí.

Nunca me toco. Cameron la atrapo y, usando una fuerza descomunal, la destrozo.

El alivio no duro casi nada, porque Andrew cayó al suelo y Nora paso por encima de él, acercándose a mí. Era difícil no verla, su cabello resaltaba contra el verde del bosque como una luz resplandeciente. Sin embargo, no lucia complacida como un rato antes. Sus ojos estaban rojos, y tenía una expresión de locura muy pronunciada.

— ¡Sal de mi cabeza! — exclamo, acercándose. Cameron se impuso hacia adelante para protegerme, pero otra raíz surgió de la tierra y envolvió sus piernas, tirándolo al suelo.

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora