Capitulo 49

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Narra Amber

Un grito largo y aterrador fue lo que me hizo despertar y fijar la mirada en el techo claro de color crema. Me senté de golpe, no recordaba mucho, tenía un horrible dolor de cabeza y sentía el inconfundible tacto de muchas mantas cubriéndome.

Estaba en una habitación, una pequeña habitación de paredes beige y un sofá rojo oscuro, un ventilador colgaba del techo y mi cabello estaba trenzado.

Todo me dio vueltas por un largo segundo en el que los recuerdos cayeron como dagas a mi memoria, el dolor se intensifico y gemí en voz alta. Solo recordaba un golpe y oscuridad.

¿Donde estoy? ¿Como llegue aquí? ¿Que sucedió? ¿Con quien estoy?

Ponerme de pie fue una tarea sumamente difícil si tenemos en cuenta el dolor de cabeza y los mareos. En mi cadera había una amplia venda envolviéndome; y allí donde tocaba ardía como los mil demonios.

En cuanto supe que no me caería, abrí la puerta de la habitación y escuche las voces. De no haber estado tan aturdida las habría reconocido, pero mi mente se había vuelto la caja de Pandora, apenas y podía distinguir como me movía. Visualice un jarrón en una mesita a un lado y lo tome con fuerza. Quizá estaba secuestrada, pero ¿Que clase de secuestrador cubriría a su rehén en un cuarto y lo dejaría solo? No me imaginaba a Nora tapándome con mantitas.

Salí del cuarto haciendo mucho silencio. Atravesé un corto pasillo de paredes del mismo color que el cuarto y, paso a paso, llegue al salón. Olí la sangre antes de entrar.

Lo primero que mis ojos detectaron fue la sangre que empapaba la alfombra blanca del suelo, un cuerpo tendido sobre toda ella y otros dos moviéndose rápidamente con vendas y pinzas encima. Mire la camisa marrón oscuro con una raya blanca y supe quien era: Nick.

Solté un jadeo de sorpresa y sentí el dolor en mi cabeza aumentar. Cameron y Paul estaban sobre el, uno moviendo vendas y haciendo extraños movimientos sobre su estomago y el otro dándole objetos para usar.

Nick gemía, una capa de sudor cubría toda su frente y sobre su rostro estaban las hélices de Zack, moviéndose. Deduje que le estaba quitando el dolor. Camine apurada hacia ellos, y divise la habitación por completo.

Era una sala bastante amplia, Edward se había multiplicado varias veces y cada uno de sus clones estaba viendo por una ventana, lo cual resultaba un poco tétrico. Andrew era que mas asustado se veía, estaba apoyado contra una puerta negra y fue el primero en verme.

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora