Amber.
—Increible...—susurre, perpleja— ¡Es enorme!
Zack me guiño un ojo.— No tenemos que hacer filas.
Dos palabras: Avión privado.
Había subido a varios aviones desde que tenía diez años. Todos de Londres a Fire's Wood o de Fire's Wood a Londres. A mi hermana Darcy le daban miedo, así que tenía que tomar pastillas para dormir durante todo el camino. Yo no, a mí me gustaban los aviones, me gustaba volar y ver todo desde las alturas, me gustaba el cielo y las nubes, me gustaba viajar.
Así que si, subir al avión privado de Kate y Nathan iba a ser increíble.... Pero, en cierto modo, raro.
Aunque los meses de convivencia con mi padre me habían ayudado a aclimatarme en ambientes con buena economía, pasar de vivir en una pequeña casa en los barrios pequeños de Londres a tener un avión privado era un golpe duro, aún era... algo complicado aclimatarme a semejante situación.
Sabía que Nathan y Kate tenían dinero; la mansión que tenían por casa era gigante, y ni hablar del taller. Sin embargo, nunca me había puesto a indagar en cuanto. Tenían muchos autos, compraban mucha comida, tenían, también, una gran cantidad de objetos costosos.
Negar que eran de una clase social alta era estúpido, pero, honestamente, sus personalidades y actitudes no encajaban con el perfil de una persona adinerada. Y si, estaba siendo prejuiciosa, pero era complicado pasarlo por alto.
Kate usaba ropa común, ropa que, aunque debía costar mucho, era simple y no despampanante como la madre de Mehgan. Nathan usaba traje y corbata y aunque estos si lucían costosos a simple vista, era muy amable con todos los que le rodeaban. Ambos lo eran, no se sentían superiores ni hablaban de un modo que te hacía sentir inferior. Vivir con ellos era fantástico.
Estaba agradecida por ello.
Habíamos conducido hasta Seattle. A pesar de que jamás en mi vida había odiado los viajes por carretera, este lo odie infinitamente: Zack y Andrew vinieron junto a mí. Se usaron dos camionetas para el viaje, ¡Y yo tuve la mala suerte de quedar en el segundo auto con ese par!
Pasaron casi tres horas haciendo preguntas incomodas, chistes malos, lanzando chocolate y golpeandome "accidentalmente" para sacarme de quicio. Como si todo esto fuera poco, a Cameron, el conductor, se le cayó una malteada sobre mí en un bache. La llegada se retrasó casi cuarenta minutos porque tuvimos que parar los autos para limpiar.
Oh, y la mejor parte, la estupidez obligo a ambos autos a detenerse. Nick, Edward, Nathan y Kate se vieron obligados a salir del primer auto para que yo me cambiara y Zack y Andrew se la pasaron bomba viendo a Cameron limpiar el asiento.
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Lycans I: Eclipsis
WerewolfLuego de la muerte de su madre y su hermana, Amber decide salir de Londres y mudarse a un pequeño pueblo en Norteamerica para vivir con su padre. Fire's Wood es un lugar extraño, tenebroso y muy aburrido. Sin embargo, el lugar oculta la distopica v...