Capitulo 55

48.4K 4K 1.5K
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La decisión del primer beso es crucial en cualquier tipo de historia.

Sabia que ese beso de Cameron Jodidamente espectacular Blackwood, cambiaría mas que mi día, cambiaría mi vida entera.

La verdad es que todos somos mortales hasta el verdadero primer beso. 

Los labios de Cameron eran mas suaves que cualquier otra cosa, la superficie tenia un delicado sentido de placer que al ser juntado con mis labios, fue suficiente para hacerme temblar. Sabia con certeza que Nick había dejado de hablar en mi oído, y si lo hacia, no podía oírlo. 

En mi sueño, el beso y lo demás había sido como subir una montaña y llegar a la cima totalmente feliz, salvaje... Brusco. Pero, en ese segundo, me di cuenta que el anterior solo había sido un suelo u que este sucedía en verdad, era tan distinto y tan... Lento... que apenas podía respirar. Un segundo de incertidumbre nuestros labios se unieron, su nariz rozo la mía en pequeños movimientos sencillos, casi ni se movía... Estaba nervioso.

Este beso era como caer de la maldita montaña, el beso era un paracaídas que se burlaba de la mirada de todos por haber sobrevivido. 

Cense en el pulso de calor entre ambos, en el valor impregnado entre nosotros del roce de labios durante un breve espacio de tiempo. Ese pulso de calor de su boca a la mía, esa transmisión de aire cargado de nervios y locura. Pense en el valor inolvidable de ese beso.

Su brazo se movió con cautela por mi hombro bajando despacio hasta mis codos, aun casi sin mover sus labios, acto que comenzaba  a desesperarme. Algo muy dentro me incitaba a a apretar su cuerpo contra mi y besarle como una desquiciada, pero otra cosa me mantenía paralizada entre sus mínimos roces, anhelante a mas. El mismo brazo se detuvo en mi cintura y, de pronto, me apretó hacia el. No moví mis brazos, estaba perdida en una galaxia de estrellas en medio del universo. El, por otro lado, movió sus labios un poco, casi como si fuese a romperme en cualquier segundo.  

Oh, cariño, te juro que no soy de cristal. 

Era el tipo de beso que no se narra en un libro, el tipo de beso que no se expresa con palabras, el tipo de beso que te deja pensando en el todo un día, una semana... El tipo de beso, que te susurra que no habías vivido nada... No hasta el. 

Era notorio que ese beso robado estaría entre mis sueños por meses.

En ese momento sus dedos temblaron, la mano en mi quijada sufrió una convulsión y la de mi cintura se tambaleo. Casi como si se viera obligado a soltarme. 

Lo hizo, se alejo un par de centímetros, su nariz aun junto a la mía, su aliento dándome en el rostro y... Sus ojos cerrados.  Habia abierto los míos casi por acción involuntaria, solo por que ansiaba ver su rostro luego de aquello.

En cuanto abrió los ojos, creí que seria un momento mágico, pero, como siempre, entre en pánico. 

¿Por que? 

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora