Capítulo 32

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— No encontré nada más acerca del líquido, pero, y para que sepas Amber, no solo tiene esa droga extraña. También tiene compuestos metálicos que podrían matar a cualquiera. — me dijo Nick — Sin embargo, aquí en el frasco hay una especie de marca empresarial que pasaron por alto. Pertenece a una empresa que está a nombre de sombras internacionales que nadie conoce... pero como yo soy Nick Hale y no iba a dejar esto ir busque más a fondo y encontré el verdadero dueño: Un hombre de apellido McLair.

— Mmm, dame su expediente. — murmuro Nathan. Nick se giró sobre la silla en la computadora para teclear de nuevo.

— Político que ama salir con señoritas y en las noticias por allá por Suecia. Acusado tres veces de narcotráfico y tráfico internacional de personas. Tiene abogados excelentes; no han podido tocarle ni un pelo. — Nick hizo una mueca — Lavado de dinero en siete países y actual miembro nombrado de sellos internacionales estafadores. Es intocable: Tiene demasiados contactos en los grandes como para que puedan hacerle algo.

— El líquido podría haber llegado de muchas formas, pero sospecho que fue fabricado dentro del país. Existen muchos laboratorios clandestinos que harían esta clase de mezclas por grandes sumas de dinero, aunque, claro, todo debería haber sido tan confidencial que nadie sabe sobre ellos. Podría haber matado a alguien. —Nick bufo — Pura basura.

—¿Que...que dices? — Suspire— ¡Eso fue fascinante!

Él sonrió levemente. — Ouh, a veces olvido lo ingenua que eres.

Nathan me lo aclaro mejor.

— Algunas veces hay que cavar más profundo, Abby. La superficie es cristalina y demasiado facil para estar. Tienes que sumergirte para encontrar las verdaderas señales.

—¡Pero eso estuvo genial! ¿Por qué es basura? ¡Eres increíble Nick!

— Aunque me halague que me digas esa cosas ¿No te parece que fue muy fácil para mi descubrirlo?

Me lo pensé un momento. — Pero, tú eres un genio. ¿No es eso suficiente?

— No realmente. Fue demasiado fácil. Incluso para mí. Amber ¡Esta clarísimo! ¿Por qué dejarían que lo viera tan fácilmente?

Vacilé unos segundos antes de contestar.

— No entiendo tu punto.

— No solo tú. Toda la casa pasa más tiempo preguntándose como hago lo que hago que cuestionando lo que hago. — El rio — Nathan tendré que hacer algo más de investigación profunda, si es posible con Paul.

Se dio vuelta y, dejando ir la sonrisa, continuó tecleando en una de las computadoras. Me le quede viendo como una idiota, preguntándome que tanto tecleaba ahí. O, al menos, que hacía. ¿Cómo era que el...?

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora