Desperté en medio de jadeos, me senté de golpe y el dolor arremetió mi cuerpo.
Me dolía todo y hacia muchísimo frió. La luz me golpeo los ojos obligándome a cubrirme el rostro para poder adaptarme.
Cuando pude hacerlo me di cuenta de donde me encontraba. Estaba en medio del bosque, desnuda, despeinada, asustada y tenía cortes por todos lados.
La cabeza me punzaba, pero eso era todo. Mis heridas no dolían, es mas, estaban cerrándose, llevándose con ellas la existencia de una noche que no volvería a ver en unas cuantas semanas. Gracias al cielo.
Levante la mirada; el cielo estaba totalmente nublado y las copas medio desnudas de los árboles se mecían en un vaivén brusco por las ventiscas de Noviembre. Por supuesto, el clima estaba más frió que nunca.
Me arrastre por el suelo sin saber qué hacer, ¿Qué seguía? ¡Ah, sí! ¡Los bolsos! Mire a los lados, tratando de cubrirme los pechos con el cabello. Bingo. En el árbol más cercano había un bolso negro colgando de una gruesa rama pintada de rojo. Ponerme en pie fue algo difícil, pero luego fue una travesía alcanzar el bolso, con el dolor y mi estatura era una causa perdida. Cuando me puse la ropa interior blanca que había ahí dentro, escuche un gemido proveniente del otro lado del árbol.
Por alguna razón la curiosidad fue tan fuerte que olvide que estaba en ropa interior. Alce la cabeza moviéndola en todas las direcciones en busca de un chico desnudo moviéndose por ahí. Sabía que había oído algo, ¡Lo sabía! Trague saliva, moviéndome penosamente entre un par de árboles gruesos. ¿Quién, quien era?
Vale, una parte de mi quería y exigía que fuese Nick.
No sabía, ¡No sabía! Incluso si era Nick no podía reconocerlo, porque su cabello cambiaba al transformarse. ¡Y sus ojos...! Y todo, joder. ¿Por qué teníamos que cambiar nuestros rasgos en la maldita luna llena? Busque por un espejo en el bolso pero no había, no podía asegurarme de que mis ojos eran azules... O solo marrones.
Me incline un poco hacia un lado para tratar de ver la cabeza del chico. Andrew era rubio. ¿Cuántas probabilidades había de que Edward fuese un chico de pelo negro? No estaba dispuesta a averiguarlo. Hubo otro quejido, aún más fuerte. Me apresure a abrir el bolso, fuese quien fuese, tenía que vestirme. Volví a ver; pero esta vez me di de lleno contra su cuerpo y un tatuaje de ramas preciosas en el hombro derecho.
Me volví de nuevo al árbol como una loca. ¡Oh, dios, mío! ¿Por qué a mí? Hasta Edward habría sido mejor. Pálida, deje caer el bolso -Haciendo ruido, porque, vamos, quería que el supiera que yo estaba allí- Y metí el short negro lo más rápido que pude entre mis piernas, luego me puse a tropezones una camisa blanca mangas largas. Fue un constante golpeteo de hojas lo que me advirtió que él se había levantado y que estaba moviéndose.
Tenía que decirle, tenía que decirle que yo estaba aquí. ¿Me había escuchado o estaba demasiado desorientado como para hacerlo? Él podía confiarse y buscar todo desnudo por allí... Desnudo... Con... No, no, tenía que decirle. Intente hablar, pero los palabras salieron en ahogos. Quite el cabello de mi rostro y me volví hacia un lado. Tenía que decirle, ¿Pero por qué no lo hacía?
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Lycans I: Eclipsis
WerewolfLuego de la muerte de su madre y su hermana, Amber decide salir de Londres y mudarse a un pequeño pueblo en Norteamerica para vivir con su padre. Fire's Wood es un lugar extraño, tenebroso y muy aburrido. Sin embargo, el lugar oculta la distopica v...