Capitulo 07

72.5K 5.4K 1.2K
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El corazón comenzó a latirme con fuerza.

Temblé  y retrocedí, cuando el sonido se hizo un poco más fuerte. Luego, corrí lejos. 

Estaba dispuesta a salir corriendo y gritar con todas mis fuerzas. Pero entonces algo tiro de mi cuerpo hacia atrás. Me inmovilizaron con una facilidad que habría avergonzado a cualquier policía. 

—¡Espera!—grito una voz masculina. Me sacudí, asustada.— ¡Mantente quieta, con un demonio! 

Levante mi pierna, y aunque no atine a darle en la entrepierna, el movimiento logro que me soltara. Fue suficiente para hacerlo perder el control de la situación y empujarle hacia atrás. Corrí lejos, asustada. Del bosque, cada vez mas cerca, se oían fuertes gruñidos y zarpazos peligrosos.

—¡No!—exclamo el muchacho, siguiéndome—¡No vayas a la mansión, te van a seguir! 

¿Que?

De pronto su cuerpo cayó sobre el mío. Ambos caímos al suelo, impactandonos contra el cesped.—¡Suéltame! ¡Auxilio! — exclame. 

El intento sostenerme, pero no se la puse fácil. Rodamos y, de algún modo, nos separamos. Entonces, el se inclino para sostenerme y el reflejo de las luces de la mansión hizo que fuera sencillo verle el rostro.

Es el.

Me paralice, mirándolo. Aunque nunca había podido verlo claramente en mis sueños, estaba segura de que tenia cierto parecido con este tipo. De pronto, un fuerte rugido nos lleno los oídos. 

El muchacho se levanto, y metió su mano en el borde de su pantalón. De allí extrajo una daga. Me miro, y señalo el suelo—¡Quédate ahí!

Ni bien hubo terminado de hablar, del bosque surgió un enorme animal. Solté un jadeo, retrocediendo. El animal, enorme y peludo, soltó un rugido bestial, y el muchacho, sin nada de miedo, se lanzo hacia el. Solté un grito de sorpresa. 

Rodaron, el animal rugió de nuevo y el muchacho logro controlarlo sobre el suelo. Alzo la daga en el aire, que emitió un destello ante la luz de la luna, y se la clavo directamente en el cuello. —Lo siento.—oí que susurraba. El animal lloriqueo, pero dejo de moverse. 

 Pero eso no había acabado, un nuevo animal surgió del bosque.

Se escucharon voces a lo lejos. Alguien grito algo, acercándose. Una punzada fuerte y dolorosa subió desde mi vientre hasta mi garganta. El segundo animal era distinto; era un oso. El muchacho me lanzo una mirada de alarma, porque el oso venia hacia mi, y grito—¡Corre!

El animal comenzó a correr hacia mi. Retrocedí, arrastrándome por el suelo, pero era en vano, ¡Estaba muy cerca! Aterrada, lo único que pude hacer fue alzar la mano hacia el. 

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora