Capitulo 52

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  —  Muy bien, Mehgan

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  —  Muy bien, Mehgan... ¿Sabes o... tienes una idea aproximada de por que estas aquí?— Nora sonrió, dando pasos cortos con su esbelta y perfecta figura frente a la pequeña chica, quien amarrada de pies y manos sobre la silla, la ignoro.—  Vamos, se que mueres por responder

La sonrisa de Nora era tan persuasiva que Mehgan se vio tentada a hablar, pero sabia que hacerlo solo le daría la razón, y no quería involucrarse mas en  el desastre que estaba sucediendo, a pesar de que su cerebro clamaba a gritos explicaciones. Pero no, prefería mil veces que Amber le explicara que sucedía a esa maldita chica llamada Nora.  

—  Tienes una fuerte fuerza de voluntad.—  Nora suspiro, consiente de que la chica no diría nada, con lentitud tomo una silla y la puso frente a ella, sentándose al revés. —  Niña, mi paciencia no durara por siempre y, créeme cuando te digo que eres la primera rehén que tengo a la que no le hago ni un solo corte.

  —  No me interesa, haz lo que quieras.—  Murmuro Mehgan. No estaba herida, Tan solo tenia un golpe en el labio superior y estaba algo sucia. Pero por lo demás estaba relativamente bien. 

—  No te tocaran mientras yo lo ordene.—  Exclamo Nora, señalando los guardias en las puertas del cuarto. Eran tan aterradores que Mehgan prefería mirar la diabólica expresión de Nora antes de a ellos.— Como ves, soy la autoridad aquí. 

—  ¿Por que yo? —  pregunto Mehgan en un suspiro.—  No tengo nada que ofrecerles.

—  Amber vendrá por ti en cualquier momento, y  la necesito a ella.

 —  ¿Y por que diablos me hablas? ¡Actúas totalmente distinto a un secuestrador! ¡Simplemente déjame en paz!

—  Simple curiosidad. — Nora se levanto y trazo una linea suavemente por la mandíbula de Mehgan, quien no pudo contener un jadeo de miedo. Aquella chica aparentaba ser un ángel, pero su actitud malvada era tan cruel que parecía una psicótica. La odiaba, pero no al 100%. Una parte de ella estaba agradecida, sin ella quizá ya le faltarían dos dientes. — No puedes culparme, no siempre convivo con humanos.

—  Vete a experimentar con otra persona. — Escupio Mehgan. 

—¿Sabes algo de tu padre?—pregunto entonces Nora, muy seria. ¿Como? La miro con una expresión totalmente sorprendida.—Tu padre, Mehgan. ¿Sabes algo de el?

Sabia cazar. Tenia una muy bonita sonrisa. Daba los mejores abrazos.

—¿Que...?—Mehgan tartamudeo—¿Como...?

—¿Crees que es una coincidencia que seas amiga de Amber?—pregunto Nora.—No tienes ni idea...

Mehgan jadeo. —¡Quiero salir de aquí! ¡Déjame salir de aquí!—le dieron ganas de llorar, pero no lo hizo—¡No tengo nada que ver con todo esto! ¡nada!

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora