Capitulo 42

56.8K 4.5K 2.3K
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Narrador Omniprescente. 

— Larry envió un mensaje.— informo la mujer de pelo rojo. 

— ¿Que dice? —pregunto la rubia, con un fuerte acento marcado. Su hermano, junto a ella, limpiaba con mucha concentración un arco de metal.

—Es una alerta roja.—Respondió la pelirroja — Descubrieron a Dean. 

Ambos hermanos alzaron la mirada sorprendidos. —¿Llevaremos a cabo el plan de contingencia? 

—Eso solo era necesario si cancelaban el viaje.—murmuro el hombre.—¿Lo cancelaron?

—No.—respondió la pelirroja. El retoño de una pequeña planta junto a ella se abrió lentamente, dejando ver una hermosa flor; un lirio de los valles, mejor conocido como Muguet.—Estarán aquí en un par de días. Todo sigue según lo planeado. 

—¿Que? —pregunto la rubia, desconcertada.—¿Y Como lo supo tan rápido?

- Nuestro informante nos comunico. 



Amber.

¿Han tenido ese sentimiento raro? ¿Ese que te mantiene los labios sellados como puertas de una bóveda? ¿Ese que sabes que solo una palabra que digas arruinara todo?

¿No?

Pues yo sí. Estaba como paralizada en el recibidor, viendo fijamente a la mujer que se había proclamado madre de Cameron extender la mano hacia mí. Seguro parecía una tonta. Carraspee.

—H-hola, hola,— tratando se sonreír, le estreche la mano. La mujer soltaba un aroma delicioso, a comida recién hecha y a vainilla. — Mucho gusto, señora Cassandra, yo soy Amber Winstone. Soy...

—¡La chica Lycan!— exclamo Mila, detrás de su madre. —Wao, Kate nos ha hablado mucho de ti.

—Es un honor conocerte, Amber— me dijo Cassandra—Pero, cariño, tienes el pelo empapado, ¿Qué...?

—Está lloviendo afuera— le dijo Cameron.

—Estoy bien, señora, no se preocupe.— le dije yo.

—¡De eso nada!—murmuro ella, alejándose para volver al pasillo. Por los segundos que desapareció yo trate de ver a Cameron, pero el rehuyó mi mirada, como si no quisiera que su hermana Mila se diera cuenta.

Su madre volvió muy rápidamente. Traía una toalla en la mano derecha, la extendió hacia mí y yo le agradecí en silencio. Estaba tibia y olía tan delicioso como ella. Mmmm...

—Ven, te presentare el resto del grupo.—No tuve tiempo de decir nada. La mujer me tomo la mano y tiro de mi hacia las puertas. Mire a Cameron de reojo, y no tuve más opción que seguir a su madre.

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora