Capitulo 54

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Nota de autora: Pongan mucha atención en este capitulo, cada detalle es importante y no se confundan en los nombres de cada personaje, si no, tendrán problemas para entender lo que sucede. Buena lectura.


Podía decirse que estaba nerviosa, pero aquella triste y solitaria palabra no era suficiente, tampoco sabia que era suficiente. Aunque, entre el estrecho espacio donde se encontraba mi mente, podía deducir y casi estar segura de algo; La vergüenza, el amor, el orgullo... Todo hablaba en mi al mismo tiempo. 

Empeoraba al verlo. Empeoraba mucho, por que casi olvidaba hasta el abecedario.

Un auto indudablemente ostentoso nos esperaba en la parte baja del hotel. Zack salio por un lado distinto, mientras que Edward y los demás por la parte trasera.

Cameron, por su lado, me lanzo una mirada dubitativa. Camino unos pocos pasos hacia mi y extendió su brazo enfundado por el esmoquin negro. Estaba muy guapo, mucho mas guapo que de costumbre. El traje no tenia ni un ápice de blanco, inclusive la camisa interior era negra y no tenia moño o corbata alguna. Era el mismo tono negro de sus ojos, supuse que Nick se lo había escogido.

Con una mirada lastimera, logre pasar el brazo bajo el suyo, miles de corrientes eléctricas entrando en ese momento. Ajustamos ambos brazos como si de llaves se trataran. Como un rompecabezas, no pude evitar pensar que hacíamos linda pareja, pero me golpee mentalmente por hacer tal cuestión.

El sonrió, o al menos hizo el intento. Mis nervios incrementaron. Si Cameron estaba nervioso, entonces yo era una causa perdida.

—No enloquezcas. — susurro, tirando de mi brazo hacia el ascensor. Una alfombra roja suave cubría casi todo el espacio y el metal de las paredes estaba impecable, sin duda, aquel lugar era habitado por gente rica.—Todo va a estar bien.

Me pregunte si nos atacarían los nervios a ambos como el día anterior, cuando la ráfaga de pensamientos me había dejado abatida y cansada. Y rogué a dios que no me hiciera pensar en ello, o si no me desmayaría.

Subimos al ostentoso auto de color rojo chillón y un chófer nos saludo con un marcado acento extranjero. Cameron le respondió de forma cortante, tal como Nick nos había instruido la noche anterior. En mi mente, una y otra vez, se repetía el plan y cada detalle mínimo que deberíamos hacer, solo esperaba no olvidar nada, o que alguno de mis amigos olvidara algo.

—No sean amables con nadie.— había dicho mientras media mi talle— Tienen mucho dinero, deben sentirse superiores.

El auto comenzo a moverse minutos después. Las calles de Abu Dabi no eran muy transitadas por peatones, en lugar de ello, habían autos y autos, la mayoría casi tan ostentosos como el nuestro. Supuse que aquello era normal.

Lycans I: EclipsisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora