Luego de la muerte de su madre y su hermana, Amber decide salir de Londres y mudarse a un pequeño pueblo en Norteamerica para vivir con su padre.
Fire's Wood es un lugar extraño, tenebroso y muy aburrido. Sin embargo, el lugar oculta la distopica v...
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El sonido de la botella hizo eco en las paredes, la mayoría de los presentes estábamos tensos a la expectativa de que se detuviera.
Por favor no me señales, por favor no a mí.
Sentía un nudo enorme en la garganta y mucha vergüenza. Era como volver a los trece años y tenerles vergüenza a todos los hombres del mundo. ¡Por favor, no a mí! Las cuatro chicas parecían listas para saltar si la botella las señalaba. Yo realmente esperaba que las señalara a ellas y a un chico... A cualquiera menos a Cameron.
La botella se detuvo de golpe, señalando a Shawn y a la chica pelirroja con piercings. — ¿Verdad o reto?— pregunto Shawn. La chica respondió reto y tres segundos después no tenía camiseta y la botella comenzó a dar vueltas nuevamente.
Me aferre a mi camisa. Había sido una mala idea. Una idea pésima. ¿Aun podía decir que no? Mire de soslayo a Jack, el me hizo un puchero con los labios. Idiota.
La botella se detuvo, hubo risas, apuntaba a Zack y a Jack. — ¿Verdad o reto? — pregunto Zack. Jack sonrió amplia mente.
— Verdad.—Al parecer Zack no esperaba eso: Por que pareció desconcertado, pero retomo su seguridad inmediatamente y, antes de decir su pregunta, me miro con maldad.
—¿Quién fue tu primer beso?— Jack también me miro y yo, ¡sorpresa! Me sonroje.
Recordaba bien ese día. Tenía trece años. Ahí estábamos, sobre la cama de mi habitación. Jack estaba narrando muy molesto que el profesor de matemáticas le odiaba y que lo reprobaba apropósito. Yo no sabía que decirle, a mí me iba bien en matemáticas y él estaba exagerando demasiado. Jack estaba dibujando. El dibujaba mucho.
Camille acababa de irse, y antes de hacerlo nos había comentado que había besado a Josh Miller, uno de los chicos que estudiaba con Jack y que era súper popular. De esa forma llegamos al tema. No recuerdo como fue. Pero si recuerdo mis palabras.
—... tengo miedo de hacerlo mal, ¡Debe ser horrible besar a un desconocido y arruinarlo!—Estaba triste, no es que quisiera besar a alguien, aun tenia trece años y un miedo al sexo opuesto tremendo, pero... de algún modo Camille siempre hacia ver las cosas demasiado fáciles. Jack me sonrió. El acababa de cumplir quince y estaba en la edad en la que toda chica menor a él era una dulce paloma.
—Solo para que te sientas mejor... Confesare que yo jamás he besado una chica.
Lo mire incrédula. — No tienes que mentir, Jack.— No podía estar hablando enserio. Era un chico muy popular, las chicas babeaban por él. Probablemente solo lo decía para hacerme sentir mejor.
—Es verdad, Abby. No miento. — pude ver en sus ojos aquel atisbo de seriedad que casi nunca tenia.... Y se me escapo un suspiro.
— ¿En serio?— Ambos nos miramos y entre aquel duelo de miradas, Jack se sonrojo. Y bajo la mirada. — No te preocupes, no le diré a nadie. ¡Ni a Camille! —El asintió, pero no quito la expresión rara. —¿Está todo bien?
