72 || she's a newbie

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Max Verstappen

Después de la simpática amenaza de Charles, tuve que poner buena cara y responder a todas las preguntas de los comisarios, que no fueron pocas. El interrogatorio sobre nuestro problema en clasificación acabó y comenzó, con otros jueces diferentes, la citación acerca del accidente en el que ambos estuvimos involucrados el domingo anterior.

Fue casi una hora de explicaciones e interrogantes que finalizó con la promesa de que darían su veredicto en unos días de forma pública.

Yo ya tenía asumido que tendría algún tipo de sanción porque, por mucho que intentara blanquearlo, el que echó a Charles fuera de la trazada y de la pista fui yo. Él no tuvo apenas tiempo de reacción y había suficientes datos de las telemetrías que lo constataban. Tampoco buscaba librarme de la penalización. Asumiría el castigo porque pude detenerme y no lo hice.

No me importaba. Incluso me planteaba volver a hacerlo.

Podía ganarle con otra sanción.

Me marché de la sala junto a mi supervisor de prensa y fuimos directamente al corralito donde los periodistas esperaban para entrevistarme. El resto de pilotos ya había pasado por allí y solo quedaban por la zona Lando y George, que debieron llegar más tarde que el grupo inicial. Charles también había aparecido en el corralito de prensa. Él se fue antes que yo y llegó primero.

Ignorando las indicaciones de mi compañero de equipo, me instalé frente a la cámara más alejada del monegasco y empecé a responder las preguntas del reportero de Sky Sports sin más dilación.

Primero trataron de sonsacarme información sobre lo que se había hablado en la reunión con los comisarios, pero yo no dije nada al respecto. Podía meterme en un buen lío si comentaba. Ellos desistieron pronto y mepreguntaron sobre la clasificación y sobre el incidente con Charles. En ese momento, vi mi oportunidad y la agarré antes de que se me escapara.

El periodista se interesó por mi opinión y por la sanción que debería caerle a Charles tras haber impedido una de mis vueltas.

—Bueno, es lo que ocurre cuando dejas al mando a una persona que no tiene suficiente experiencia en este mundo. Ese fallo habría llegado más pronto que tarde —aseguré, dejando sin palabras al hombre—. Era inevitable.

—¿A qué te refieres?

—A la nueva ingeniera de pista de Ferrari —Señalé directamente a Lena—. Creo que se ha estado hablando mucho de ella estas últimas semanas, alabando su trabajo y demás, pero es nueva en esto. Mattia Binotto debió verlo venir y no dejarse llevar por lo que se dice en redes sociales. Helena Silva hizo las prácticas de invierno con Red Bull y, por lo que dicen en el equipo, cometía más fallos que aciertos. Es algo natural, ¿no crees? —Al reportero le brillaban los ojos por las declaraciones que estaba ofreciéndole en exclusiva—. Apenas está empezando en la Fórmula 1 y está muy lejos de ser una buena profesional. Además, es extraño que nos dejara para irse a Ferrari.

—¿Estás insinuando que ...? —Sugirió.

Y sí lo estaba haciendo, pero fingiría no hacerlo para protegerme las espaldas.

—No, no. Yo no insinúo nada —Agité un poco la cabeza—. Solo digo la verdad. La realidad es que no puedes colocar a una ingeniera en un puesto tan importante por motivos externos a su verdadero desempeño —expliqué, dejándolo boquiabierto—. Si lo haces, ocurren desastres. A Ferrari le va a costar mucho salir de esta —Me recoloqué la gorra—. Eso es lo que pienso.

Había mezclado la verdad con unas suposiciones propias de las que no tenía ninguna certeza. Me extrañaba que Helena fallara en sus prácticas de invierno. Aunque no quisiera reconocerlo, era brillante para alguien de su edad y, a pesar de tener poca experiencia, lo hacía incluso mejor que ingenieros curtidos en Fórmula 1. Sin embargo, admitirlo frente a una cámara era algo que no sucedería, sobre todo después de la curiosa charla que tuve con Charles en aquel pasillo.

fortuna » charles leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora