Abrí los ojos, pero no había nada más que oscuridad. Dormí demasiado. Lo que me despertó fue el golpeteó en la puerta, alguien me buscaba. Caminé despacio y abrí.
Era Miriam, su rostro era iluminado por una vela que cargaba en un pequeño cuenco.
—¿Qué hora es? —pregunté.
—Las diez de la noche, héroe. Todo el mundo duerme, algunos guardias rondan La Grieta.
Miriam vestía su delgada pijama rosa.
—Disculpe que lo moleste a estas horas, héroe. No podía dormir, hay algo de lo que siempre quise hablarle. ¿Puedo pasar?
Me hice a un lado, Miriam entró. Puso la vela en la mesa de noche y nos sentamos en la orilla de la cama.
—Usted ha trabajado con diligencia estos meses, lo felicito —dijo—. Vi con mis propios ojos el nuevo significado de "héroe". Amm, pese a que hemos pasado mucho tiempo juntos, es el trabajo mismo el que me ha robado la oportunidad de agradecerle por las palabras que me dijo en La Grieta.
Los desnudos muslos de Miriam estaban tan juntos, que cuando los frotaba producían un aterciopelado roce.
—Sé que usted se lo diría a cualquier miembro del batallón porque nos protege a todos y vela por nuestro bien, pero escucharlo decirme que tenía que ponerme a salvo y cuidarme, me hizo muy feliz. He renovado mi admiración hacia usted.
A excepción de Murasashi, el resto de líderes hablaban bien del trabajo de Miriam. Muchos la respetaban, se llevaba bien con las tropas de menor y alto rango. También tenía que admitirlo, su asistencia me ayudó mucho para reducir mi trabajo administrativo y en batalla.
La vigilé todo este tiempo, pensaba que solo fingía y que en algún momento actuaría de modo prepotente como lo hizo conmigo en la vieja realidad. Pero nunca encontré la más mínima señal de que abusaría de su poder. ¿Qué cambió? No, ¿en verdad cambió?
No tenía ganas de pensar en alguna respuesta, a estas alturas no estaba seguro de nada.
—¿Por qué para ti significan más? No entiendo.
El cuerpo de Miriam se balanceaba de izquierda a derecha, tan levemente que era difícil decir si era por su respiración o lo hacía por voluntad. Como si estuviera decidiendo entre una dirección y otra. Arriba o abajo. Sí o no. Hasta que se decantó por la izquierda, su cabeza tocó mi hombro.
—Mi primer novio era muy atento y cariñoso, llenó mi corazón con sus promesas de amor eterno. Así que cuando cumplí dieciocho, decidí huir y casarme con él. Mi familia no aprobaba nuestra relación, je, je...
La voz de Miriam sonaba cada vez más susurrante, aquellos recuerdos no eran buenos.
—Viví en su casa por un año, pero para mí fue una eternidad de engaños y maltratos. Hice todo por soportarlo porque lo amaba, pero ya no pude más. Intenté escapar cuatro veces, pero en todas siempre me atrapaba. Sus castigos por intentar huir eran mortales, cada uno más cruel que el anterior. Llegué a pensar que era mejor resignarme y recibir su retorcido amor eterno.
Miriam deslizaba sus manos, a veces por sus piernas y a veces por sus brazos, como si estuviera cubriendo moretones y cortes.
—El milagro llegó cuando papá contrató aventureros y encontraron el lugar en donde estaba prisionera. Me rescataron y no lo he vuelto a ver a mi exesposo desde entonces.
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¿Mi deseo? ¡Ser el protagonista de este mundo!
FantasiaEn la interminable lucha contra la mayor amenaza mundial, el próximo héroe debe ser aún más poderoso que el anterior. De lo contrario, Ulos y toda la vida que lo habita... morirá. Dos niños fueron entrenados desde temprana edad para ganarse el derec...