En la interminable lucha contra la mayor amenaza mundial, el próximo héroe debe ser aún más poderoso que el anterior. De lo contrario, Ulos y toda la vida que lo habita... morirá.
Dos niños fueron entrenados desde temprana edad para ganarse el derec...
Era de noche, uno a uno los cristales se encendieron alrededor de la base temporal en La Grieta. En el centro del cañón, los Bahamuth irradiaban tanta luz como el cráter de un volcán.
Como contramedida se aplicaban sobre los investigadores hechizos contra el fuego, pero todavía era difícil acercarse. Todo lo que provenía del maná se veía anulado al pasar unos cuantos minutos cerca.
Por fortuna, había mucha roca volcánica lo suficientemente lejos de ellos.
Índigo dirigía al grupo de investigadores, había un sembradío cerca. Seis líneas, cada una con una mezcla diferente de tierra volcánica, del cañón y preparada por los elfos. Su objetivo era ver cuál era el equilibro para cultivar con la menor inversión de hechizos y tierra volcánica.
—Buenos días, líder Índigo —dije.
—Hola, líder Índigo. Buen día.
—Héroe Matik, guerrera Miriam, tengan un muy buen día.
—¿Cómo van con la investigación?
—Oh, de maravilla, los resultados son asombrosos. Necesitamos un mínimo de veinte gramos de tierra volcánica para tres metros cuadrados de tierra infértil. La mezcla es leve, es necesario molerla y dispersarla como un círculo alrededor de los cultivos. Vea las zanahorias en la canasta, son de la primera fila. Su crecimiento es cincuenta por ciento más veloz que la tierra preparada.
—Increíble —dijo Miriam, agachándose para ver el pequeño cultivo y las zanahorias recolectadas—. Sus hojas están muy verdes, y el naranja es muy intenso. ¿Serán estas zanahorias las que estaban en la ensalada del desayuno?
—Está en lo correcto, ¿qué les parecieron?
—Muy ricas.
—Estaban muy dulces y crujientes, me gustaron —dije.
—Qué alegría escucharlo. A los líderes les encantará conocer esta gran noticia. Es una pena que los Bahamuth hayan sido sepultados hace más de mil años, pero su presencia es una bendición para este continente.
—Tal vez el batallón tenga que dividirse —dije—, no quiero que el más mínimo rastro de Miasma se les acerque.
—Hay tantas decisiones que tomar —añadió Índigo—. Se supone que este año habría que reconquistar Norleas, pero después usted despejó las Islas Rakuen, y ahora estos Bahamuth necesitan custodia total. En todo caso, me parece que lo primordial es confirmar que no recibiremos ataques desde Krysta. Hemos revuelto demasiado las cosas en Norleas.
—Escuché que Sacerdotisa Murasashi regresará a Caduceus, ¿es cierto?
—Sí, lo es, guerrera Miriam. Se irá en una semana, hace dos días se recuperó del Destino Otoñal. Está a la espera de la mejor mezcla de nuestra investigación para que sus islas prosperen lo más pronto posible.
—¿Destino Otoñal?
—Oh, olvidé que usted no estuvo presente.
—Voy a contárselo más tarde, líder Índigo, no se preocupe.
—Bien. Como decía, cuando la doncella Ruina abra la ruptura les haré saber a los líderes de estos resultados. Puede que no sea demasiado tarde para que líder Murasashi no se aleje del consejo.
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