Capítulo 13 "Colisión"

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Era un atardecer frío, con el cielo lleno de tonos naranjas, azules y purpuras. El mundo parecía tan pacífico. Abajo, en la tierra seca del continente indómito, se desataba una pelea dispareja. Quince cobras oscuras de diez metros reptaban hacia Miriam. Abrían sus bocas para revelar sus colmillos puntiagudos.

—Te encargo los cinco de la izquierda —dije.

—Como ordene, héroe Matik.

Los movimientos serpenteantes hacían difícil acertar con golpes individuales y periódicos, como el de los guerreros y hechiceros. Por ende, no había sentido que el pequeño equipo de veinte tropas que nos acompañaba intentara atacar.

Miriam tomó la empuñadura, no desenvainó.

Cuerpo Fugaz. Dominio Inmediato. Arte: Viento Otoñal.

CLINK.

La cabeza de las cobras se vio envuelta en halos de luz, después, cinco imágenes residuales de Miriam movieron la mano armada a gran velocidad. La cabeza decapitada de la cobras se evaporó, el humo ennegrecido fue atrapado por el remolino que el arte de Miriam dejaba como último rastro de su ataque.

Era mi turno.

Arte: Era Refulgente.

El corte horizontal de Jade viajó tan rápido que decapitó a las cobras cuando estaban a punto de agacharse.

Así de fácil fue eliminado una extensa cantidad de Miasma que se acercaba a La Grieta. Los interceptamos a más de trescientos metros del cañón. Atacaban con gran poder, siempre imitando bestias de más de diez metros de altura.

—Buen trabajo —dije—. Esperaremos la llegada de los informantes, descansen. No sabemos si traen buenas o malas noticias.

Todos cayeron rendidos, Miriam y yo fuimos los únicos que se quedaron de pie. Mirábamos al cielo, en búsqueda de los cinco hechiceros que volaron para hacer vigía. Los notamos cuando estaban a unos treinta metros, su siluetas cubrían una porción del atardecer. Descendieron tres hechiceros de capas negras.

—Gran héroe —dijo uno de ellos, haciendo una pequeña reverencia—. Identificamos el origen del Miasma que atacó hoy. Vienen de los pantanos al noroeste, por las Montañas Colmillo. La silueta de las montañas provoca que la lluvia caiga como una cascada sobre la tierra, produce lodo y zonas pantanosas. Acercarnos más pudo ser fatal, como usted lo sugirió.

—¿Dónde están los otros dos?

—Recorren las faldas de las montañas en búsqueda de más Miasma. Regresarán para informar sus hallazgos en dos horas. De momento, podemos asegurar que no habrá más ataques el resto de la noche. Por más veloz que sea el Miasma, le tomará un día llegar a nosotros.

—¿Descubrieron algo más?

—Sí, por los rastros que las cobras dejaron, podemos trazar una línea que apunta al interior del cañón. Creemos que los dragones atrajeron al Miasma.

El ataque coincidía con las últimas horas en donde los Bahamuth comenzaron a emanar más calor. Uno había movido las patas delanteras para acercarse más a su compañero, estaban muy activos. Tal vez eso atraería al Miasma más lejano.

—¿Dijiste que el Miasma está a un día máximo?

—Puede que más, mis compañeros no han contactado conmigo. No han encontrado nada.

¿Mi deseo? ¡Ser el protagonista de este mundo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora