¿Mi deseo? ¡Ser el protagonista de este mundo!

III

"Grandes batallas que marcaron un antes y un después en la historia, proezas que se grabarían en las almas de todo ser vivo. Auténticos campeones inmortalizados en el propio corazón de Ulos".

Esa era la oración que representaban a la perfección la existencia de las "clases".

No importaba si se usaba una espada, una lanza, un arco o los puños, todos ellos se llamarían "Guerrero". El que recitaba los anhelos del pasado con bastones, libros o gemas; fuera para sanar, maldecir o destruir, sería un "Hechicero". Quien protegiera la vida de Ulos con escudos, con su carne y su corazón, y se resistiera a las armas o hechizos, se le otorgaría el nombre de "Guardián".

Cada una de estos títulos tenía decenas de clases bajo ellos.

Si alguien seguía con suficiente fervor los pasos de aquellos que en el pasado desarrollaron nuevas habilidades, hechizos u artes, podría ser bendecido con los mismos poderes. Entonces imitar posturas y nombrar las habilidades de aquellos "Auténticos Campeones de Ulos" dejaría de ser un juego de niños y se convertiría en realidad. Era así como se obtenía una clase.

Las clases tenían a su vez, tres categorías: Baja, Media y Alta.

Cada una más poderosa que la anterior. El solo hecho de ascender a una clase Baja aumentaría las estadísticas y duplicaría la estadística principal de la clase. El guerrero duplicaría su ataque, el guardián la defensa y el hechicero sus reservas de maná.

Pero había una categoría superior de la que se tenía registros mínimos y no se estaba del todo seguro de su origen. La categoría "Divina". En comparación con las otras, existían solo cinco clases de categoría Divina.

Antes de que Avraliz ascendiera a "Tanque Silencioso", se sabía poco o nada de dicha clase. Lo mismo sucedía con Ruina y su clase de "Heraldo Silencioso".

Las estadísticas defensivas base de un Tanque Silencioso eran comparables a las de un dragón adulto, la defensa más alta que existía solo por detrás de los dragones longevos. Pocos individuos en Ulos eran capaces de hacerle el más mínimo daño.

"Mantos Nobles" podría ser una de sus habilidades pasivas más poderosas. Mientras más ataques recibiera, más incrementaba su resistencia a esos mismo tipos de ataques durante cierto tiempo dependiendo de las acumulaciones. Los "mantos" podían acumularse tantas veces que podía alcanzarse la inmunidad al daño.

Si acaso algo lo lastimaba, otra de sus habilidades pasivas, "Armonía Solar", se encargaba de absorber cualquier arte o ataque físico para regenerar sus heridas. La cantidad sobrante se sumaba a sus propias reservas de maná.

El poder de Avraliz no se detenía solo en su increíble clase, también tenía de su lado el poder de la "Sincronía Perfecta", 100 %, de las reliquias. El único efecto de este nivel de sincronía, era subir un solo nivel a su portador, solo si este era nivel 100.

Debería ser imposible superar el nivel 100, el que se sabía con toda certeza era el nivel máximo que toda raza podía alcanzar. Pero Marcossius dijo haber superado un "Cuello de Botella", una sensación presente cuando se subían por los niveles 29, 59 y 89.

No había modo real de saber si en verdad se superaba el nivel 100. El hechizo "Análisis" ya no funcionaba en los héroes. Al intentarlo, arrojaría que todas sus estadísticas estaban en 0. Los héroes demostraron que su poder decía lo contrario. Marcossius fue el primer humano en poseer la fuerza física de un dragón adulto, y rivalizar en poder destructivo con los kitsune.

Tras cientos de pruebas, se concluyó que la Sincronía Perfecta y su misterioso "nivel extra", sumado a la clase Guerrero Puro, la clase guerrera con mayor poder ofensivo, extraían el verdadero poder de Cuerpo de Latón y Espejo de Jade. El "Rayo Celestial".