¡Hola! Se viene capítulo bastante larguito para compensar que no pude actualizar el viernes ❤️.
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♡CAPÍTULO 36♡
No puedo creer que William le haya regalado a Natalie una beca completa de parte de la fundación Wyatt Blackburn para licenciarse en biología marina en la universidad que ella elija.
Mis ojos se cubren de la emoción que me embarga al ver que se acordó de lo que le dije que era el sueño de mi hermana en Shinnecock, y no puedo hacer otra cosa que no sea lanzarme a sus brazos y estrujarle con todas mis fuerzas.
–Gracias –sollozo –. Va a amar esto, Will. Lo va a amar de verdad.
–Lo hará –dice, y que él confíe en que mi hermana se vaya a despertar al decir eso, como lo hago yo, llena aún más mi corazón.
Me dejo envolver por sus brazos hasta tal punto que apenas soy consciente de que nos hemos movido hasta que veo que ahora él está sobre el sillón y yo estoy sentada en su regazo hecha un ovillo, acurrucada en su pecho y con sus brazos a mi alrededor acariciándome, calmando con gestos mi dolor como nadie pudo hacerlo en este día el año pasado.
El silencio es cómodo y necesario, reparador de este monumental bajón emocional que me tiene aturdida y que solo se ve suavizado por la calma con la que me toca, con la serenidad pero también con la firmeza con la que me sostiene, con la que aguarda hasta que yo termine de sacar todo cuanto necesito y llevo dentro, pero no sola.
¿Cuánto tiempo llevo llorando a mi hermana estando aún viva? Es la peor tortura a la que me he visto sometida.
Mi único deseo de cumpleaños es que realmente ella no esté sufriendo.
La boca de William situándose en la base de mi oreja para depositar un suave beso ahí me saca de mi letargo lacrimógeno, desbocándome el corazón con cómo se sienten sus besos en mi piel de la forma que sea.
–Nena, ya basta –delinea el óvalo de mi cara con su pulgar, arrastrando la humedad de mis lágrimas. Me pierdo en esa mirada azul que tanto me gusta y escucho sus palabras con atención –. Me está matando tu tristeza y la entiendo, en parte la entiendo perfectamente, pero te voy a hacer una pregunta que yo me hice hace no mucho tiempo. ¿Crees que tu hermana querría verte así en un día como este?
Oh.
Desvío la vista hacia Natalie y mis ojos pican con el recuerdo de su amplia sonrisa abriendo regalos en nuestro cumpleaños. Ella amaba este día, pues nuestra madre siempre hizo de la celebración del día de nuestro nacimiento algo muy especial. Luego se convirtió en algo nuestro, algo íntimo y más especial aún cuando mamá murió, pues solo nos teníamos la una a la otra, por supuesto con Savannah siempre a nuestro lado, pero ese día, este día, nuestro día, era solo nuestro y para ella era muy importante celebrarlo aunque solo fuese viendo una película atiborrándonos a dulces.
–No, no querría –le miro nuevamente y dejo ir el aire con lentitud –, pero tampoco puedo celebrar como si nada. No me apetece ni me nace hacerlo.
–Nadie te está pidiendo que celebres lo que no quieres celebrar –coloca la mano sobre mi abdomen y su calidez traspasa la tela de mi suéter. Su voz me habla con muchísimo tacto –. Pero yo sí te voy a pedir que te despidas de ella ya, que la abraces fuerte y que, por favor –su mano sobre mi abdomen presiona levemente un poquito más –, por favor vengas conmigo porque, aunque no pretendo que celebres nada, si me muero de ganas de que conozcas el contenido de tu carpeta. Al menos solo quiero que levantes un poco ese ánimo, aunque sea en honor a lo que tu hermana querría para ti hoy.
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Arrodillada
RomanceValerie se ve obligada a entrar en la vida de un atractivo y millonario hombre con el que llega a un acuerdo. Será completamente suya a cambio de que mantenga a su hermana con vida. Pero el acuerdo no es lo que Valerie creyó que sería, y pronto se v...