Capítulo 41

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♡CAPÍTULO 41♡

Matthew y William me ponen tan contra las cuerdas, cuestionándome e interrogándome sobre lo que he dicho de Michelle, que no soy capaz de salvar la situación.

Tampoco voy a mentir y decir que no les entiendo.

La cara me arde debido a la desesperación.

–No voy a cambiar de opinión. Yo lo provoqué todo y es la única verdad.

–Tienes que estar de broma –dice Matthew sonando de la misma forma que William.

–No. No estoy bromeando.

–Bella –prosigue usando un tono de voz con el que pretende emplear mucho tacto para conmigo, hablándome como si fuese un complejo código que no supiesen cómo descifrar –, si Michelle ha encontrado la forma de contactar contigo y...

–No es eso –corto su suposición.

Me pongo nerviosa. Esto es ridículo, yo lo sé más que nadie. Y también es frustrante porque no tengo ni puñetera idea de cómo convencer a este par de algo imposible y surrealista.

–Si lo ha hecho, ya sea por sus propios medios o incluso a través de otra persona, para amenazarte de algún modo para que...

–Es más que evidente que es exactamente eso lo que ha pasado –le interrumpe William colocándose delante de mí. Me mira con severidad –, dinos cómo y qué está pasando y lo solucionaremos.

–Nadie ha contactado conmigo ni me ha amenazado.

Matthew arruga las cejas y ese gesto es tan William que no me sorprende verlo haciendo lo mismo cuando le devuelvo la mirada.

–¿Creéis que estaría tan tranquila si así fuese?

William se ríe, pero es una risa sarcástica.

–Ah ¿lo estás? –alza una ceja y no sé qué decir –. Porque te conozco y de ninguna manera estás actuando como una persona que está tranquila. De hecho, ni siquiera pareces tú misma.

–No voy a ayudarte a exculparla. Además, ¿cómo pretendes siquiera que te crean? Estás bajo presión y...

–Si no me ayudas tú buscaré a otro abogado. Es más, ni siquiera creo que necesite uno para presentarme en comisaría y...

–Valerie, hay testigos –reitera Matthew descruzando los brazos y poniéndose de pie, como nosotros –. Casi pierdes la vida en ese suceso. ¿Acaso lo has olvidado?

–¡Parece ser que sí! –brama William, furioso.

–¿Qué está pasando?

La voz de Savannah nos paraliza a todos.

Cero estrés. Cero preocupaciones. Cero dramas. Solo paz.

Palabras de sus médicos repetidas después por la misma Indra.

Matthew se acerca a ella rápidamente y besa su sien rodeándole la cintura y acariciándole el vientre en un gesto protector que no creo que haya hecho a propósito, ha sido un movimiento espontáneo y natural.

El mío se comprime ante esa muestra de cariño, y no porque les envidie, sino porque extraño el contacto físico con William.

Le miro un instante y tengo la sensación de que él está pensando exactamente lo mismo, ajeno a que le necesito tanto como parece necesitarme él a mí.

ArrodilladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora