Menos tonto y menos gruñon.

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Mire el teléfono y como volvía mi fondo de pantalla.

Intente mantener la calma y pensar positivo, respire profundo, lo hice varias veces hasta que por fin pude borrar cualquier pensamiento malo y me concentre en mi trabajo, cuando estaba en el set y todos me veían no me sentía extraña de hecho creo que comenzaba a gustarme.

Me moví sigilosamente por la cocina improvisada e hice la famosa receta de pizza mediterránea tan cara y exótica por aquí pero con ingredientes de bajo costo pero de calidad.

Sonreí la gente te hace cumplidos a medida que cortan las tomas y me dan los ingredientes ya partidos o cocinados pues mientras yo trabajo en otra cosa, ellos adelantan procedimientos.

Esta vez tenía un partido a la mitad y el cabello recogido, con mi cabello ondulado. Mi maquillaje natural y los labios rojos. Por mi piel blanca restaltaba mucho más el color azul cielo de mi cardigan.

Termine la receta y agradecí los aplausos con una reverencia.

JM: de maravilla Chae, ¿puedo llamarte así?

C: claro que puedes! ¿Estuve bien? ¿Hay algo en lo que pueda mejorar? -pregunté nerviosa.

JM: cada día me sorprendes más, eres tan segura de tu potencial.

C: no tanto pero me esfuerzo, lo juro.

JM: bueno, debes estar cansada, prepárate para ir a descansar, cuida bien esa herida, nos vemos mañana.

Nos dimos un fugaz abrazo y me sentí tímida, él lo noto por lo que sonrío con ternura.

Ya era un poco tarde, pensé en Yoongi.
Salí al estacionamiento para esperar a mi chofer, al abrirse la puerta del elevador vi frente la Suburban negra que suele mover a Yoongi por toda la ciudad, estaba de pie frente a la puerta trasera y algo era muy interesante en su teléfono, alzó la vista y sonrió al verme al igual que yo a él y corrí hasta sus brazos para colgarme de su cuello dando grititos y saltitos, intentó ocultar su sonrisa con dientes con una mueca tierna, rodeo mi cintura firmemente y lo bese dos veces cortamente.

C: llegaste, creí que llegarías más noche -sonreí como boba.

YG: acabé dos horas más temprano, llegué hace 15 minutos Kim, fue un show gestionar el helipuerto de tu edificio.

C: ¿llegaste aquí? ¿Solo para verme? -dije emocionada.

YG: no te escuchabas muy feliz así que me preocupé.

C: Yoongi -digo emocionada- no tenías que hacer eso -sonreí una vez más- hay que feliz estoy -volví a reír pareciendo desquiciada y sin soltar aún su cuello, en mi último saltito lo pise e hizo una mueca, pero después sonrió tímido enseñando esas encías tan preciosas que lo hacían ver el doble de sexy.

YG: puedo notarlo Kim -sus manos vagaron por mi cintura y llegaron a mis caderas para que pudiera separar mi cuerpo del suyo dándome un ligero empujónsito, tomo mi mano y me guió al otro lado de la camioneta, Jungkook abrió la puerta para mi y en este se encontraba un ramo de flores y una bolsa de una joyería exclusiva, los brazos de Yoongi me rodearon la cintura y sentí su respiración en mi cuello- estaba en la joyería cuando me llamaste Kim -me susurra- por poco arruinas mi sorpresa.

En ese momento cualquier desconfianza se esfumó y sentí como un peso de encima se iba muy lejos. Gire en sus brazos realmente conmovida, Yoongi jamás había hecho algo así y lo observé por unos momentos.

El fue quien dio el paso y me tomó fuerte para besarme con amor y pasión, rodeo sus hombros una vez más y me pega más a él, una mano viaja de mi cintura a mi cuello y lo hace más profundo.
Ambos jadeamos a la vez en busca de aire y sonríe en medio del beso, acaricio sus brazos cortamente y me atrevo a abrir mis ojos, sus pestañas largas y negras adornan la línea de sus pestañas que está corrugada debido a que mantiene sus ojos cerrados, delineo sus labios con mi lengua y aprovecha mi atrevimiento para abrir sus ojos y sonreí al ver que lo estoy viendo, con la mano que sostiene mi cintura la empuja hacia él y siento su erección, este gime siendo su propia víctima y me rio tímida.

C: ¿iremos a casa? -pregunto coqueta.

YG: no, reservé un privado de uno de mis restaurantes, pensé que te gustaría.

C: si, me gustaría -entrelazamos ambas manos y recargó mi mejilla en su hombro huele exquisito.

YG: aún puedes ser el postre Kim -sonrío negando y este también lo hace, su pecho vibra.

C: ¿vamos? -asiente y nos damos un último beso y abrazo.

Me deja pasar y me acomodo en el asiento.

No sé qué le a pasado a Min Yoongi, no sé si actúa así porque de verdad me extraño o porque le nace simplemente pero no quiero que cambie, que me lo cambien, me encanta esta versión suya, lo hace ver menos tonto y menos gruñón.

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