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Pedida De Mano

Llegamos a un lugar algo raro, la entrada tenía luces, había muchos árboles al rededor, descubrí una casa moderna, estaba hecha de herrería, madera y vidrio, las luces estaban encendidas y en la oscuridad se veía hermosa.
Me impresionó, Jungkook me abrió la puerta primero a mi, Yoongi camino y yo lo seguí, luche contra las piedras del cajón del estacionamiento, crujían bajo nuestros pies y si no fuera por eso creiria que estoy sola en la oscuridad, sentí el piso ya pavimentado, la puerta era grande de madera y hermosa.

C: ¿quién vive aquí? -pregunté anonadada.

YG: yo -abrí los ojos- es a dónde vengo cuando quiero estar solo -mi corazón salto.

C: es tan bonita -pase un dedo por la fina mesa del recibidor, me paso unas pantuflas desechables, me quite los tacones y los dejé sobre la zapatera, no pase por alto las rosas que se encontraban hasta abajo y me enderece disimulando.

YG: quizá ya este la cena -camino dandome una mirada para que camine detrás de él.

C: ¿Puedo ver la casa? -vi para todos lados, luego cai en cuenta en que me miraba curioso- solo el salón y el comedor, es muy bonito -sonreí- me pregunto si hay animales por aquí...

YG: pareces una niña en un parque de diversiones -volví a sonreír, no contestó a mi pregunta pero se detuvo en la sala, era sencilla, sillones negros, paredes claras, algunas decoraciones de osos de diferentes colores neutros, había una charola pequeña color hueso, tenía unas llaves.

C: ¿esto no crees que luce mejor así? -moví una escultura alta hacia atrás y deje el osito dorado con letras negras ladeado, se veía más estético.

YG: si, tienes razón -metió las manos a sus bolsillos.

Segui viendo la decoración, tenía revistas de arquitectura, algunos libros de psicología, me puse a ordenar un poco más, cuando acorde ya estaba sentada en el suelo viendo los lomos, tenían que ser del mismo tamaño, no me di cuenta cuando se fue. Seguí con lo mío, tenía muchos libros. Un toquido en mi hombro me hizo voltear, estaba hincado a lado mío, un escalofrío me recorrió el cuerpo al ver sus ojos.

YG: ¿vas a cenar o te quedaras toda la noche acomodando mi casa? -ladeo un poco la cabeza.

C: ya voy... -dije sin aliento, tenía la manía de arrastrar la mirada, puedo decir que se podria mal interpretar a una de desprecio pero empiezo a identificarla.

Me puse pie después de dejar los libros, me guió a la cocina, me lave las manos, vi los platos en la barra larga y gris.

YG: dónde quieras -hizo un ademán con la mano indicandome las sillas.

C: el comedor esta por allá... -apunte al humbral por dónde entramos.

YG: nunca lo uso -contestó seco y junto sus manos sobre la barra de concreto.

C: vale -suspiré sentandome, tuve que dar un brinco para subirme al banco y es raro porque no soy tan bajita.

YG: lo que quieras -me indicó la comida, me serví un poco.

C: ¿tengo que hacerlo por ti? -vi al techo curiosa.

YG: ¿que? -me vio por encima mientras extendía su mano.

C: ¿tu madre no tiene cámaras?

YG: no, si las tuviera ya me hubiera regañado por dejarte ordenar... ¿Me pasas la sal? -se la di.

C: provecho -sonreí forzadamente, el empezó sin esperarme.

Dimos algunos bocados en silencio, comenzaba a ser muy incómodo el sonido de nuestras bocas y los palillos de metal golpeando la cerámica, se removió incómodo en la silla e hizo una mueca.