Pequeños Detalles

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Llego a la ciudad, resfriada, devastada, humillada, apestosa, despeinada, sin zapatos, sin chaqueta, con moretones, incluso fui sexualmente asaltada y no tuve más remedio que decer, ¿que falta? Estuve al borde de la muerte, jamás olvidaré este viaje, creo que hay una maldición sobre mi qué me persigue y no me deja en paz, alguien debió haberme hecho brujería y por eso me va tan mal, o quizá estos hombres sean mi maldición, todo me a pasado desde que ellos aparecieron en mi vida.

YG: ¿ya terminaste de lamentarte? -lo ignoro, me la pase en los escalones de la puerta hecha un ovillo, muriéndome de frío, oliendo mal, siendo la mujer más miserable del mundo.

JK: déjala en paz -pide risueño.

YG: no hueles mal -sigo sin levantar la vista.

Escucho movimiento.

JK: Chaewoo, no queremos interrumpir tu depresión pero ya llegamos al hotel -se pone la chaqueta, suspiro- y necesitamos bajar.

C: brinquen -digo y sorbo los mocos.

JK: vamos, podrás...

C: me quedaré aquí -digo duramente.

Me hago a un lado para que puedan bajar, escucho el seguro y lloro a moco tendido.

¿Porque soy tan inútil? ¿Porque tengo que ser torpe cuando ellos están presentes?
Sobre todo Min Yoongi. No dejo de hacer el riculo y solo le doy motivos para burlarse de mi, seco mis lágrimas, lloro, grito, dormito, me permito estar triste para poder renacer, a veces también debemos sacar la tristeza del corazón para dejar entrar la felicidad.

No llevo la noción del tiempo, me duele la espalda y tengo frío en los pies cubiertos por calsetas sucias.

Estoy cansada, solo quiero regresar a casa.

YG: voy abrir -dice desde afuera- correte.

Me duele moverme pero lo hago y me corro, quizá cuando abra le llegue el peste.

C: cierra rápido -le digo dándole la espalda.

YG: van a limpiar el camper y lo dejaran abierto mientras lo limpian para que se vaya el mal olor -asiento resignada, quizá me pueda estar en la banqueta- ¿qué esperas? No puedes quedarte ahí -busca mi cara y mueve mi brazo pero ignoro sus acciones- ¿estuviste llorando? -sus ojos se achican- bien... -responde a mi silencio.

Sin permiso ni aviso me levanta por debajo de las rodillas, agarro su cuello intentando sostenerme por la sorpresa.

C: nos vamos a caer, bajame ya -le ordenó.

YG: no vas a quedarte ahí, joder estas helada -encoge el cuello ante mis fríos dedos en su nuca.

A pesar de mis súplicas no me baja y no se si es porque el pavimento esta húmedo o porque no tengo zapatos, me afirma en las escaleras y con mis pompis pretende llamar el elevador.

C: la gente nos ve, no seas ridículo, bajame.

YG: qué bueno que no te huele -dice cansado y jadeando.

C: ya esta -digo entre dientes molesta.

YG: ayudame, haz algo bueno, no puedo -se separa un poco y guía mis pies para que mi dedo gordo pique el botón del elevador.

Evitó una sonrisa ante el cosquilleo qué eso provocó en la planta de mi pie.

C: estoy tan molesta -digo para que sepa mi sentir.

YG: es mejor estar molesta en un hotel cinco estrellas.

Bajamos en un piso desconocido pues no preste atención, llegamos frente a la puerta  1306 y suspira una vez más.

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