Capítulo 11.

181 27 155
                                    

By Tom :

Me desperté con el sol pegándome en la cara y achicharrandome las mejillas. Pestañé aturdido, frunciendo el ceño y quejándome con el cuerpo adolorido por aquella posición incómoda en la que me había quedado dormido. No tenía puta idea qué hora era, miré confundido en todas las direcciones desde el interior del coche y me percate que el centro de Sankt Pauli, estaba repleto de personas. Rápidamente me enderece en el asiento y buscando algo para beber al sentir la garganta completamente seca y lo único que conseguí, fue una botella de Whisky tibio tirado en el piso del copiloto.

-Carajo. -Refunfuñe lanzando la botella de vuelta a aquel sitio y sin perder tiempo encendí el motor del coche para largarme de allí.

Metí el pie en el acelerador y corte por Sankt Pauli creyendo que podría salir de allí rápido, pero el tráfico de inmediato se interpuso en mi camino. Como si fuera poco, un hijo de puta intentó adelantarme y colarse en la fila de coches y con la mierda caliente, comencé a tocar la bocina como un puto loco.

-¡¡Eh!! ¡¡Respeta la fila, pedazo de mierda!!. -Un bocinazo tras otro y le eleve las manos en el aire para discutirle, de inmediato el gilipollas comenzó a responderme de la misma manera y empezó la discusión.

-¡¡Púdrete!!.

-¿¡Te crees muy macho, eh!? ¡¡Baja del maldito coche, hijo de puta!!. -El idiota estaba teniendo un mal día igual que yo, se le notaba en la puta cara. Sin perder tiempo aceptó mi desafío y se bajó de su coche con un bate de béisbol en las manos.

Abrí la puerta como un maldito desesperado y me bajé sintiendo los bocinazos de los más coches encima, la fila había avanzado pero con el idiota y yo a mitad de calle, les fue imposible pasar.

-¡¡Ven aquí, pedazo de mierda!! ¡¡Voy a partirte la puta cara!!. -Me amenazó cuando me vio avanzar en su dirección y yo simplemente seguí caminando apresurado con una maldita misión en la cabeza... Usarlo como método de descarga.

Vi como movía el bate en sus manos mientras tomaba posición para esperarme y sin darle tiempo de nada me le tire encima, lo jale de la camiseta provocando que su cuerpo se zarandeara y al intentar usar el maldito bate conmigo encima, lo único que logró fue perder el equilibrio.

-¿¡A sí que vas a romperme la cara, Eh!?. -Me burle gritándole, haciéndolo caer al piso y de inmediato me apoye con una rodilla en el asfalto y le di el primer puñetazo.

-¡¡Te cruzaste con un maldito demente!!. -Lo sostuve con fuerza de la camiseta justo en su pecho y volví a darle otro puñetazo, su cara se desfiguro con el impacto y sin siquiera darle oportunidad de asimilar cada golpe, volví a pegarle, una y otra vez, su cabeza rebotaba entre el asfalto y mi puño.

La enorme adrenalina que sentí me hizo enloquecer por completo, sin detenerme, sin contenerme, dejando a mi mente y a mi cuerpo explayarse sin límites. Morbo, satisfacción y excitacion, recordé lo grandioso que era cuando peleaba en las luchas clandestinas y podía soltar toda mi rabia golpeando y rompiendole la cara a cualquier idiota que se atreviera a desafiarme.

Ni siquiera me sentí agotado al contrario, cada golpe que le daba me hacía sentir con más energía y mientras estaba aturdido, en trance como un maldito demente, desfigurando la cara de esa maldita rata que me había desafiando, unas manos me jalaron desde el estómago, pero me aferré con mi mano a la camiseta del idiota y la fuerza que me elevó, provocó que el cuerpo del hijo de puta se levantara también.

-¡¡Eh!! ¡¡Tom!! ¡¡Suéltalo, ya!! ¡¡Vas a matarlo!! ¡¡Suéltalo, terco de mierda!! ¡¡Que lo sueltes te digo!!. -Pude reconocer que era la voz de Penny, voltee mi rostro levemente para dedicarle una mirada fugaz y la tela de la camiseta del idiota se desprendió de mi mano al instante.

Encadenados. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora