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—¡Lo tengo! —gritó Charlie.

No sabía que era lo que tenía, pero consiguió que los cuatro volviéramos al salón. Me sequé las lágrimas antes de sentarme en el brazo del sillón, junto a Charlie. Me incliné para ver la pantalla del ordenador.

—La pelea fue delante de la sucursal de un banco. He accedido a las cámaras y he encontrado la grabación.

Cuando Charlie dio play al video sentí como todos conteníamos el aliento. De alguna forma, verlo fue... extraño, casi irreal. Me dio la sensación de que estaba viendo a otra persona. Pero no, era yo, y era él.

En el video se veía como el policía se acercaba a nosotros, me agarraba del hombro y hablaba conmigo; no tenía audio. Después Kaiden se acercaba, hablaban durante unos segundos y él se abalanzaba sobre el agente.

No necesité que nadie lo dijera para darme cuenta: no servía de nada, solo justificaba la declaración del policía. Porque quisiera o no, ahí solo se veía a un hombre hablando conmigo y a Kaiden abalanzándose sobre él.

—No sirve —afirmó Mike.

—¿No hay más? Si tuviéramos el audio... —murmuré, aunque yo misma terminé por callarme.

Si tuviéramos el audio, ¿qué? Sean estaba detrás de todo esto y habría encontrado la manera de darle la vuelta; lo haría con cada prueba que consiguieramos. Por un momento, mientras hablaba con él en esa comisaría, había creído que yo tenía el poder, pero por mucho que hiciera, seguía poseyéndolo él.

Siempre era suyo.

—¿Significa que no podemos hacer nada? —preguntó Lily.

—No lo sé, yo... deberíais llamar al abogado. Revisaré algunos libros y hablaré con profesores de la facultad. Quizás ellos sepan algo.

La única que hizo alguna señal de haberle escuchado fue Liessen, que se retiró a hacer lo que le había dicho.

¿Cuánto tiempo llevaba Kaiden retenido? ¿Un par de horas?

Mike se levantó.

—Iré a la facultad. Os llamaré si tengo noticias. ¿Te llevo a casa, Sam?

¿Podía llamar casa a un lugar en el que no estaba Kaiden? No lo sabía, pero de todos modos me despedí y caminé detrás de Mike. El camino de vuelta fue tan silencio como el de ida.

—Gracias por traerme —murmuré saliendo del coche.

—Sam.

Dejé la puerta a medio cerra y me giré hacia él.

—Es tu ex, ¿no puedes convencerle de que pare todo esto?

—Se convirtió en mi ex por algo, Mike. Si alguna vez hubiera tenido el control de lo que hacía no habría terminado así.

—Sí yo... lo siento. Tienes razón. Llámame si se te ocurre cualquier cosa que pueda sacarlo de ahí.

Asentí con la cabeza, cerré la puerta y entré. Los escalones me parecieron eternos y, con cada uno que subía, las piernas me pesaban un poco más.

—¿Quieres que me vaya? Genial, me voy.

Caminó hasta mí a toda prisa. A escasa distancia, se agachó, pasó sus brazos por mis piernas y me subió en su hombro.

—Pero tú te vienes conmigo.

Habíamos estado a punto de caernos una decena de veces por culpa de sus tonterías. Y habría estado dispuesta a caerme todas ella si era con él.

Aunque me prometí no hacerlo, al llegar al rellano mis ojos buscaron su puerta.

—¡ABRE LA PUERTA AHORA MISMO!

Volví a pulsar frenéticamente el timbre y le di una patada a su felpudo. Hasta tenía una frase basura.

"Sonríe. Y que pase lo que tenga que pasar.ª

Si, iba a sonreír, pero cuando lo matara.

Habría dado lo que fuera porque en ese momento volviera a cerrarme la puerta en las narices. Sonreí con melancolia al felpudo; ahora sabía que había sido Liessen quien le había obligado a ponerlo.

Abrí mi puerta, Elvis se abalanzó sobre mí y subió en mi cabeza.

Ladronaaaaaa. Ladronaaaaaaaaa.

¿Por qué tenía que enseñarle palabras a Elvis?

—Kaiden no está aquí, bichito.

Dejé el bolso en el perchero y me dejé caer en el sofá, mirando al techo. Elvis se quejó y voló hasta el respaldo. Acaricié el dije con mi nombre que me colgaba del cuello. Tenía que haber alguna manera, algo que pudiera hacer, lo que fuera. Porque la idea de que Kaiden pudiera pasar 5 años en la cárcel me parecía imposible.

Esa noche y las que le siguieron dormí en el sofá; no me atrevía a ver las estrellas iluminadas en mi habitación.

A Bad Badboy || EN CORRECCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora