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—ELVIIIIIIIS, NOS VAMOS DE FIESTAAAAA —le grité a la cacatúa cuando pasó volando a mi alrededor.
Eché un último vistazo a mi rostro en la pantalla del móvil; no tenía ningún espejo en la casa, así que había tenido que apañarme con la cámara del teléfono y no había salido tan mal. A las nueve en punto Kaiden tocó la puerta. Ni siquiera me saludó cuando abrí.
—Espero que estés lista, porque odio la impuntualidad y ya tengo ganas de dejarte aquí tirada.
Llevaba puesta la misma cazadora negra de siempre, con las botas militares. Me miró de arriba abajo antes de volver a conectar mis ojos con los suyos.
¿Qué tanto miras, Kaiden?
—Oh, vaya, que amable por tu parte. Por desgracia para ti, sí que estoy lista.
Cuando intentó asomarse por la puerta de casa le impedí el paso.
—¿Eso que veo ahí es mi cable?
Lo empujé hacia atrás y cerré la puerta detrás de mí antes de que pudiera atreverse a hablar.
—Eeeeeeh, no sé de qué me hablas. Vámonos.
Puso los ojos en blanco, siguiéndome escaleras abajo. Jamás le devolvería ese cable. Nunca. En el portal, me agarró por la muñeca, deteniéndome antes de poner un pie en la calle.
—Espera, Samantha...
Me solté de un manotazo y di un paso atrás.
—No vuelvas a agarrarme de la muñeca. Si quieres decirme algo habla y listo.
Se quedó mirándome, estupefacto.
—¿Qué?
—No me gusta que la gente me sujete para hablarme, es una manía mía. No lo hagas, por favor.
Mamá solía decir que era una tontería, un gesto infantil y de mal gusto, la gente lo hacía sin pensar y no tenía ningún motivo para molestarme por él. Lo paparazzi solían hacerlo para que me detuviera a hablar con ellos en la calle. Llevaba tanto tiempo haciéndolo que no recordaba cuándo empecé a odiarlo. Kaiden levantó las manos en son de paz.
—Quiero poner unas normas antes de que subas en mi coche, conozcas a mis amigos y vayas a una fiesta conmigo.
Asentí con la cabeza. Debí haberlo imaginado; estaba resultando demasiado fácil.
—No tienes edad para beber, así que no bebas porque no pienso encargarme de ti, ignora a mi hermana y mis amigos no son tus amigos, no voy a dejarte entrar en mi círculo de amistades, será solo una vez, le dirás a mi madre que te lo has pasado genial y se acabó.
—¿Sabes que podríamos habernos saltado todo esto y decirle eso a tu madre directamente?
—Si mi hermana no te viera con nosotros se chivaría. Ahora muévete.
Rodé los ojos y le seguí hacia el viejo volkswagen. Ya había varias personas dentro, con las ventanillas bajadas, mirándonos atentamente; los amigos de Arek.
—Cotillas —murmuró Kaiden a mi lado antes de abrir la puerta del conductor.
Asumí que yo iba detrás, así que me senté en uno de los asientos junto a una chica alta y rubia que se giró hacia mí antes siquiera de que me abrochara el cinturón.
—Holiiiiiiiiis, soy Lily. La hermana del zopenco, yo me llevé el gen amable.
—Lily... —advirtió Kaiden sin apartar la vista de la carretera.
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A Bad Badboy || EN CORRECCIÓN
RomansaSamantha ha huido de sus padres, sus amigas, su antigua vida, de sí misma y su ex novio. Sean. Pero Nebraska no puede esconderla de todo, sobre todo porque Sean es un encantador agente de policía que no entiende un no por respuesta. Así que cuando a...