042.ʙᴜɢᴀᴍɪʟɪᴀ

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ʙᴜɢᴀᴍɪʟɪᴀ

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━━━19 de Diciembre

ADMIRABA MUCHÍSIMO EL ROMANCE DE LEÓNIDAS Y GORGO.

Cada sueño, aunque me dejaba una sensación de vacío, también me dejaba feliz y tranquila.

A pesar de todo, Michael y yo habíamos sido felices. Nuestra primera oportunidad había sido maravillosa, al menos hasta que todo se había ido a la mierda por culpa de Don Jerjes.

La ausencia a mi lado me despertó. Incluso en verano, sentía frío en esa cama solitaria.

Abrí los ojos, adormilada, y en la oscura negrura de la noche, apenas iluminado por la luz de la luna, vi a mi esposo de pie frente a la ventana.

—¿Qué ocurre? —cuestioné apoyándome sobre los codos. Él se giró ante el sonido de mi voz, pero me miró sin verme realmente—. ¿Qué pena te roba el sueño?

Se acercó a mí, sentándose a mi lado. Su expresión no había cambiado nada desde que había vuelto esa tarde de Delfos.

—Las palabras del Oráculo podrían destruir todo lo que amo —murmuró. Su semblante, usualmente sereno, estaba surcado por la sombra de la preocupación.

No pude evitar sentir un escalofrío recorrer mi espalda al escuchar sus palabras cargadas de inquietud.

Me obligué a formar una sonrisa, las mismas que siempre compartíamos en la intimidad de nuestros aposentos.

—¿Y por eso mi rey sufre de insomnio y es expulsado de su cama? —cuestioné bromeando. Logré sacarle una pequeña sonrisa, pero que no llegó a sus ojos. Me senté, acercando mi rostro al suyo, para murmurar—. Solo unas palabras deberían cambiar el humor de mi esposo: las mías.

Leónidas resopló.

—Las palabras de mi esposa son las únicas que me afectan como hombre.

—¿Entonces?

Observé cómo su mirada se perdía en algún punto lejano, como si estuviera luchando por encontrar las palabras adecuadas.

Suplica a los vientos, Esparta va a caer.
Toda Grecia va a caer. No confíes en los hombres.
Honra a los dioses, honra a lo sagrado.

Recitó de memoria la profecía que el Oráculo le había dado. Apartó la mirada, conteniendo el enojo que lo invadía.

—El festival de Carneia y la leyes del dios Apolo me obligan a permanecer aquí, a la espera de la muerte —masculló entre dientes—. ¿Cómo un rey va a salvar a su pueblo si las mismas leyes que juró proteger, lo obligan a no hacer nada?

ʟᴏꜱ ʀᴇɢᴀʟᴏꜱ ᴅᴇʟ ᴀᴍᴏʀ || 𝗔𝗽𝗼𝗹𝗼 #1.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora