Capitulo 8

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Siento que un nudo se forma en mi garganta ante sus palabras, —Arturo yo lo siento

—No Teresa, siempre terminas juntando conmigo.
—Me duele que me hayas ilusionado con eso.
Puedo ver que en su mirada tiene mucho coraje acumulado, y estoy empezando a despertarme y no saber qué hacer. Trato de acercarme —Perdóname de mi amor de verdad -hablo mientras me acerco para abrazarlo-

—Olvídalo, lo que pasó fue lo mejor. Eras tú quien decide sobre tu cuerpo. Y con la foto no te preocupes yo guardo miles de lucia.

Nos quedamos viendo a los ojos y su mirada es de derrota, y ahora me siento culpable por haberle mentido. Lo de lucia lo dijo para picarme lo sé.

Me acerco a él y lo abrazo y trato de darle un beso pero se aleja de mí —No quiero estar contigo Teresa, es mejor que te vaya a dejar a tu casa, él camina para salir y se aleja

Su comentario me duele, pero no me importa. Camino  y lo abrazo por detrás —No quiero Arturo, por favor amor perdóname, no vuelvo a guardar malditas fotos con nadie mi vida, solo tú eres lo que amo lo que necesito, no ves mi cuerpo como se estremece ante tu tacto.

Me pongo adelante de él para impedirle el paso, me mira a los ojos y su mirada está sería no tiene expresión sé muy bien que está muy enojado, pongo mis manos en su cara y lo beso, el corresponde.

Y baja sus manos hasta mi cintura para cargarme, mis piernas quedan enrollada en su cadera mientras lo sigo besando y luego me tira a la cama, puedo sentir su molestia y enojo, se acerca a mí y me sigue besando, lo hace con fuerza y me quita mis lengins con rapidez, luego mi camisa y levanto las manos para que lo haga más rápido.

Tal vez no es la mejor manera de solucionar el problema que tenemos, pero sinceramente ahorita me importa una mierda.

Quedo solo en ropa interior y el rompe su camisa y los botones caen al suelo, y yo solo observo como me mira con furia y al mismo tiempo con deseo. Agarra mi rostro con sus manos y arruga mis labios y me da un beso.

Se quitar el pantalón junto con el boxer, empieza a dar besos por todo mi vientre y sube hasta mis senos, de un tirón quita mi brasier y mi interior, los dos estamos completamente desnudos trato de tocarlo pero no me deja.

Se acuesta encima de mí y me besa, muerde mis labios y baja poco a poco hasta mi cuello, me deja un chupon
y besa el óvulo de mi oreja, acaricia mis senos y baja hasta mi intimidad y da ligero besos y empieza a meter su lengua, grito de placer y me retuerzo él se levanta y pone la punta de su miembro en mi interior, lo hace para torturame, la mete poco a poco pero no completa.

—Por favor métela -hablo entre jadeos-
—Suplícame que te haga tuya
—Por favor amor

La maté y siento un grito ahogado salir de mi, me da una nalgada y entrelaza sus manos con las mías y las sube arriba de mi cabeza, cierro los ojos y muerdo mi labio inferior para no gritar.

La cama comienza a moverse por nuestros movimientos, me siento completamente inmóvil, siento como mis piernas comienzan a ablandarse, es increíble como me puede llevar a las nubes, un escalofrío recorre mi cuerpo y siento que me vengo y mi cuerpo se comienza a retorcer, arqueo mi cabeza hacia atrás y comienzo a gritar de placer. De un momento a otro Arturo me da vuelta y entra en mi interior nuevamente, trato de agarrar una almohada y la muerdo para no seguir gritando, el me da algunas nalgadas, clavó mis manos en la sábana y no puedo evitar gemir.

El sonido de la cama y su piel contra la mía es lo único que puedo escuchar, agarra mi cabello y es inevitable que levante la cabeza ante su jalón pero no me lastima, solo sigue dándome, cierro los ojos y muerdo la almohada, siento como me vengo.

Teresa 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora