Capitulo 36

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Despierto, con el peso de la realidad aplastándome. Me arrastro hacia el baño y dejo que el agua caliente caiga sobre mí, tratando de lavar el dolor y la confusión que me agobian. Envuelta en una toalla, me pongo una bata y el peso de lo ocurrido ayer se hace más que evidente. Una sensación de desesperación me invade al recordar cómo las cosas se desmoronaron entre nosotros. La tristeza me consume, me siento atrapada en un torbellino de emociones, sin trabajar y sin la certeza de que Arturo me hable de nuevo. Suelto un suspiro pesado, anhelando una señal de que las cosas mejorarán.

Al salir de mi habitación, noto la ausencia de Arturo. Supongo que se ha ido a trabajar, dejándome sola con mis pensamientos. Tomo mi celular y miro que hay un mensaje de él, me meto al instante y comienzo a leerlo.

"Teresa, quiero que descanses recuerda lo que dijo el doctor, solo deseo que la pequeña intrusa esté bien, ella no tiene la culpa de nada, haré un viaje de dos semanas, es sumamente importante, pensé en traerte pero después de lo que sucedió ayer es mejor que nosotros ya no estemos juntos, si esa bebé es realmente mía como dices te juro que le bajo el mundo y las estrellas, perdón por tener dudas pero al ver las fotos y mensajes es más que evidente que me siento traicionado, la señora Lorena va estar a tiempo
completo contigo, ella se va encargar de todo lo que necesites, Jacinto va estar a tus disposición si quieres salir con Alexa o de compras"

mis lágrimas comienzan a salir al ver todo lo que estoy leyendo siento un nudo en mi garganta y trago grueso con mucha dificultad, suelto un suspiro y sigo leyendo.

"Si quieres irte con Fernando te dejare libre, no te buscaré y espero tú también lo hagas conmigo y créeme que lo nuestro será sepultado para mí, pero si esa nena es mía no la alejes de mí, y por favor Teresa no intentes seducirme. no intentes ni siquiera hablar conmigo sobre lo de nosotros, porque ya no existe. Estoy aquí para ti por esa bebé, gracias por todo estos meses juntos, creí que había encontrado la felicidad, me sentía completamente lleno, siempre te deseare lo mejor, porque a pesar de todo te he querido como a nadie, por ti aprendi lo que es realmente aceptar y querer a alguien tal y como es, de verdad Teresa espero un día poder sacar todo el amor y la intensidad que siento por ti, no olvides comer muy bien y tomarte todas las pastillas, ambos queremos una sola cosa y es que la bebé esté bien, decidí dejarte este mensaje porque si lo hablábamos en persona iba ver drama y no quiero que te estreses es lo que me si deseo"

El mensaje que acabo de leer es como un puñal que se clava una y otra vez en mi corazón, cada palabra una herida profunda que desgarra mi alma. Me siento deshecha, completamente devastada. Si no fuera por esta intrusa, dudo que tendría la fuerza para siquiera levantarme de la cama. Mi corazón late con un dolor que parece comprimir mi pecho, mis ojos arden por las lágrimas derramadas y mi cabeza late con cada latido, una sinfonía de sufrimiento que me consume.

Nada tiene sentido sin él a mi lado. Arturo es mi razón de ser, el amor de mi vida. Por él he sacrificado tanto, he cambiado tanto. Nuestra historia no puede terminar así, no puede irse a la nada. Entro en mi habitación y me dejo caer en la cama, abrazando las sábanas como si fueran mi única fuente de consuelo. Las lágrimas brotan sin control, un torrente de dolor y desesperación que se estrella contra mi almohada. La muerdo con fuerza, como si pudiera ahogar el dolor con cada mordisco. Pero sé que no puedo escapar de esta agonía que consume mi ser.

Decidí tomar un momento para reflexionar antes de responderle a Arturo, sabía que mis palabras debían ser cuidadosamente elegidas. Mientras contemplaba mi celular, me di cuenta de las numerosas llamadas perdidas de Alexa. Sin dudarlo, decidí devolverle la llamada. Ella respondió al instante y, al escuchar mi voz cargada de angustia, no dudó en ofrecer su apoyo. Le pedí que viniera a mi casa , y unas horas más tarde, estaba a mi lado, reconfortándome en mi cama. No sé cuánto tiempo he pasado llorando, pero al levantarme y encontrarme con la mirada preocupada y ansiosa de Alexa, me doy cuenta que ha pasado mucho tiempo, pero por primera vez en toda mi vida estoy siendo vulnerable ante una amiga, algo que nunca antes había pasado.

—Teresa, por favor, no llores más, cariño. Podría afectar a la bebé. Las cosas se resolverán, créeme. me asegura Alexa, tratando de infundirme un poco de esperanza en medio de la tormenta emocional que me consume. Aunque sus palabras me reconfortan, no puedo evitar el peso abrumador que siento en el pecho.

En ese momento, Lore, entra en la habitación con una taza de té en las manos. —Señora, aquí tiene este té para que pueda relajarse un poco, ofrece con gentileza. Agradezco su gesto con una sonrisa débil, agradecida por el cuidado y la preocupación que ellas están mostrando hacia mí en este momento tan difícil.

Las suaves patadas de mi bebé en mi vientre me reconfortan en medio de la tormenta emocional que estoy atravesando. Con cada movimiento, acaricio mi vientre con ternura, recordándome que falta menos de un mes para conocer a la pequeña que cambiará por completo mi mundo. Imagino el día en que finalmente la sostendré entre mis brazos, y la certeza de que su presencia será mi calma absoluta me llena de esperanza y fortaleza.

Sin embargo, la tristeza persiste en el ambiente, y puedo ver en los ojos de Alexa un reflejo de mi propio dolor. Con un gesto tierno, coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja, buscando consolarme en silencio. —¿Ya sabes cómo le pondrás?, pregunta con delicadeza, abriendo un espacio para la conversación.

Mi voz se quiebra ligeramente al responder. —Creo que sí, murmuro con un nudo en la garganta.

—Cómo?, insiste Alexa, esperando con paciencia mi respuesta.

—Estrella, confieso finalmente, dejando que el nombre salga a la luz.

Alexa me sonríe —Es un nombre hermoso Teresa.

Teresa 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora