Caputulo 57

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Días después

Pov Arturo

Al llegar a Cancún, solicité una suite con dos habitaciones espero mi hija se sienta cómoda durante nuestra estadía. Nunca ha dormido en otro lugar que no sea nuestra casa. Tras subir, aproveché para darme una ducha rápida mientras esperaba la llegada de Teresa y Estrella, quienes debían estar a tiempo para la cena en el nuevo bufete que Ernesto y yo estábamos a punto de abrir.

Estos últimos días han sido intensos en cuanto a trabajo. La decisión de inaugurar un nuevo bufete de abogados junto a Ernesto ha sido emocionante y desafiante. Aunque estoy sumamente contento con ello, también tengo pendiente la supervisión de los condominios terminados de Luna Turquesa y varias reuniones con los socios. Sin embargo, estamos en Cancún y también quiero unas pequeñas vacaciones de dos semanas, sobre todo porque planeo disfrutarlas junto a Teresa y Estrella. Necesito ese tiempo para desconectar y estar con mi familia, solo espero que las reuniones de luna turquesa no se alarguen.

Mi mayor preocupación es que, en caso de que Aida y teresa se encuentren, no haya conflictos. Y con respecto a mariano ya no me preocupa. Confío plenamente en mi esposa y sé que esta vez no me decepcionaría. Simplemente solo espero que cuando la vean no hayan peleas ni discusiones, Teresa va ser sumamente importante en mis negocios, es muy inteligente sobre todo la mujer más eficiente que he conocido, su ayuda sería una arma muy buena, además después de todo lo que hemos vivido este tiempo confío plenamente en ella.

Estoy emocionado por presentarle a Estrella la playa por primera vez. Será una experiencia inolvidable para ella. Se va poner muy feliz.

Salgo del baño con la toalla en mi cadera y mi celular comienza a vibrar, miro que es Teresa y le respondo al instante —Amor, en qué habitación estás, estoy en recepción con estrella.

—Estoy en una suite la 108, déjame llamar a recepción para que te den la llave, ya bajaré.

Después de terminar de cambiarme, escucho la puerta abrirse y veo a Teresa entrar, sosteniendo la mano de Estrella. Les sonrío y camino hacia ellas, dándole a Teresa un beso corto antes de agacharme para saludar a Estrella. —Hola, mi amor, ¿cómo está la princesa de papá?. Mi hija me sonríe y sus mejillas rosadas me llenan de ternura. Está casi dominando el arte de caminar, y aunque me emociona ver su desarrollo, también siento un pizca de melancolía al ver lo rápido que crece. Tiene un short y una camisa corta, en su cabello tiene dos colitas con moños rosados, se ve tan linda. Estrella pone las manos en mi rostro y sonríe mostrando sus pequeños dientes.

La levanto en mis brazos y vuelvo a besar a Teresa. La miro detenidamente y noto que lleva puesto un pantalón de tela floja color blanco, combinado con un top y sus gafas de sol. Sus mejillas están ligeramente enrojecidas, quizás por el calor. Se ve sumamente hermosa y elegante —¿Cómo estás, amor? me pregunta, quitándose las gafas con delicadeza.

—Con la dos mujeres más importantes de mi vida a mi lado, me siento completo. Teresa me sonríe y me besa suavemente.

—Ñooo

La pequeña voz de mi hija resuena por toda la habitación y Teresa y yo nos miramos asombrados, ya dice muchas más palabras pero nunca había hablado tan fuerte, la miro detenidamente y su ceño está fruncido, y en su boquita hay un puchero, Teresa frunce el ceño y la mira con curiosidad sus ojos están entrecerrando, y yo las miro a ambas sin entender nada. Teresa vuelve a darme un beso y de nuevo estrella grita —Ñoo.

Teresa 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora