Capítulo 19

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La doctora se retira y Arturo solo está parado observándome, me levanto porque ya me
Siento mejor y el solo me mira. —Quédate acostada.

—Tu y yo ya terminamos.-Digo-

—Acuéstate Teresa y no, no hemos terminado.
Terminaste tu yo no.

—Pues como sea, además tengo una cita muy importante en un rato.

Él frunce el ceño y me mira sorprendido. — y se puede saber con quién.

—No tengo porque darte explicaciones.

—Primero acuéstate y relájate un poco, tal vez te desmayaste porque no comiste nada.

—si comí y me desmayé porque tú me hiciste enojar
–Hablo un poco exaltada–

El me mira y voltea los ojos, se acerca a mí y me
Toma de cintura.—Acuéstate unos minutos, te traeré comida.

Me sienta en la cama y en un instante rápido se va. Decido a recostarme y analizar en lo que dijo la doctora, que miedo ser mamá, o imaginarme un bebé adentro de mí que loco, pero no podría estar embarazada siempre he sido muy cuidadosa con mis anticonceptivos.

Un celular empieza a sonar, me levanto de la cama y el sonido viene del mueble, es el teléfono de Arturo, miro el nombre y es Aida, el coraje que teñía rápidamente vuelve a mi, a si que decido responder. Me quedo callada a esperar que hable.

—Arturo? Holaaa, mira que estaba pensando si podemos ir a cenar antes de la reunión. -Hace un silencio- y vuelve hablar —Arturo?

—Vaya mira que vueltas da la vida —Ahora le llamas a mi esposo, que? Piensas meterte con él como lo hiciste con mariano, hay Aida nunca te cansas de querer todo lo que es mío, ni por más dinero que tengas se te quita lo envidiosa.

—Ay por favor Teresa!! Ya no pienso rebajarme contigo, te lo dejé claro hace meses no pienso volver a insultarte ya no vales tanto la pena. 

—Jajajajjaja, si yo soy la que nunca se ha rebajado a tu nivel. Solo te dejaré algo en claro maldita zorra, no soy de insultar ni hablar con el mismo idioma que tú, pero tal vez a si puedas entender. No quiero que estés cerca de mi esposo, no lo llames, no lo busques, ni siquiera lo mires.

—Ex esposo querrás decir! Y si tanto te molesta que le llame a mi socio y además amigo pues dile a él.

—Por supuesto que le diré. Tiene que tener cuidado con las zorras como tu.

Antes que pudiera decir algo le cuelgo la llamada y tiro el teléfono, la puerta se habré y la mirada de Arturo y la mía se cruzan, él frunce el ceño al verme y mira su celular en el suelo, trae una bandeja de comida en la mano y todo se ve delicioso, muero de hambre.

Él se acerca y me mira desconcertado —Ten come algo. pone la bandeja en la cama y luego se da la vuelta para recoger su móvil. Lo levanta y me dice —Que pasó mi amor –Habla mientras me mira y muestra su móvil.

—Pues te estaba llamando tu nueva amiguita y además SO.CI.A –Hablo asiendo pausas–

—Y decidí responderle para ver que quería.

—¿Y por eso tiraste el celular?

—SI. me siento en la cama y empiezo a comer todo lo que trajo, él se sienta en el sofá y empieza a revisar su teléfono. Miro la comida y todo se ve absolutamente delicioso, en estos momentos se me antoja un helado de fresa con galletas. Comienzo a comer y solo lo observo. Por lo que veo está escribiendo. Solo pienso a quien le estará mandado mensajes tan concentrado.
–Bufó al verlo–.

Le presto atención a la comida y tengo el apetito muy abierto termino de comerme todo. Y todavía tengo mucha hambre, ni siquiera se porque tengo
tanta si yo jamás como más de lo necesario, no puedo engordar, me cuido muchísimo. No sé si es por todo lo que ha pasado pero el tener hambre me causa estrés.

Teresa 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora