El agua caliente sigue cayendo sobre nuestros cuerpos, envolviéndonos en una cortina de vapor que parece acentuar la tensión entre nosotros. Me presiona contra la pared, y siento cómo su intimidad se fusiona con la mía, cada movimiento enviando oleadas de placer que recorren mi cuerpo, aunque mi mente esté aún atrapada en el enojo y la frustración. La rabia burbujea en mi interior, con deseos de apartarlo de un empujón, de gritarle todo lo que pienso con respecto a Isabela , pero la maldita intensidad de su cuerpo junto al mío desarma mi voluntad. Mi respiración se entrecorta, y el deseo, que lucho por reprimir, comienza a adueñarse de mí.
"Teresa, eres una débil", me reprocho a mí misma, mordiendo mis labios con frustración. Nunca aprendí a dominar estos malditos sentimientos que este hombre despierta en mí. Mi cuerpo traiciona a mi mente, incapaz de resistirse al magnetismo que él ejerce sobre mí.
Un gemido escapa de mis labios cuando él se adentra más en mí, y mis piernas tiemblan, abriéndose ligeramente para recibirlo mejor. Me sonríe, una sonrisa que es mitad triunfo, mitad deseo, y sus ojos se clavan en los míos con una intensidad que me deja sin aliento.
—Arturo... —susurro, tratando de recuperar un poco de control—. Estoy muy enojada.
Él no dice nada, su mirada baja hacia mis labios antes de capturarlos con los suyos en un beso ardiente, cargado de una mezcla de pasión y desafío. Su lengua se desliza en mi boca, explorando, saboreando, y yo me aferro a su cuello, devolviéndole el beso con una intensidad que me sorprende. Cada roce, cada caricia, parece incendiar mis sentidos.
Comienza a moverse con una lentitud deliberada, como si quisiera hacerme sentir cada centímetro de su piel, cada latido de su cuerpo. Mis paredes vaginales se contraen alrededor de él, y un gemido ahogado se escapa de mi garganta.
—Entiende que me vuelves loco... —su voz es un susurro ronco en mi oído, cargado de un deseo incontrolable.
Sus manos grandes se deslizan por mi espalda, bajando hasta mi trasero, que aprieta con una fuerza posesiva, arrancándome otro gemido, esta vez más intenso, más profundo. El placer y el enojo se mezclan en mi interior, y mientras él continúa moviéndose, cada embestida derrumba un poco más mis defensas, dejándome vulnerable, atrapada entre el placer abrumador y la furia que aún arde en mi pecho.
Cada movimiento suyo me lleva más allá de la razón, mientras mis uñas se clavan en su espalda, dejando marcas rojas en su piel húmeda. El sonido del agua golpeando el suelo se mezcla con nuestros jadeos, creando una sinfonía de placer que llena el espacio. Arturo aprieta mi trasero con más fuerza, sus dedos se hunden en mi piel, como si quisiera dejar una huella imborrable de este momento.
Mis caderas empiezan a moverse instintivamente, buscando más de él, y siento cómo su erección llena cada rincón de mi interior, estirándome hasta el límite. Mi respiración se vuelve errática, y un gemido más alto, cargado de necesidad, escapa de mis labios.
—Eres tan jodidamente irresistible, Teresa... —gruñe entre dientes, mientras sus labios se deslizan por mi cuello, dejando una estela de besos ardientes. Su lengua traza un camino húmedo hacia mi clavícula, y siento que mi cuerpo responde con un estremecimiento que me recorre de pies a cabeza.
Todo lo que quiero es rendirme al placer que me ofrece, dejar que este momento nos consuma a ambos. Su mano izquierda sube para tomar uno de mis pechos, masajeándolo con una firmeza que me arranca un suspiro ahogado, mientras su otra mano sigue sosteniendo mi trasero, guiando nuestros movimientos.
—Que rico.. Ahh.. Más fuerte... —le susurro, sorprendida por el tono de súplica en mi propia voz, mientras mi cuerpo se arquea hacia él, buscando más contacto, más fricción, más de todo.
![](https://img.wattpad.com/cover/360909929-288-k246617.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Teresa 2
RomanceEsta historia es una continuación de la telenovela Teresa producida en televisa. Comienza a partir del final oficial.