Teresa 2

Capitulo 23

Arturo se fue a trabajar y yo me quedé en la casa porque no me sentía bien, odio faltar a mi trabajo; soy muy responsable y juiciosa cuando se trata de eso, amo y disfruto lo que hago, pero es primera vez desde que soy abogada que no tengo nada de ánimos. pienso en todo lo que ha pasado y mis síntomas si son extraños, nunca he tenido tantos antojos, pero he tomado todos mis anticonceptivos, será que puedo estar enferma o tendré anemia no, no he comido muy bien y siempre tengo hambre. Busco todos los síntomas que he tenido y una palabra grande sale en la computadora Embarazó.

Cuando me encuentro en esa situación, con mi computadora en las manos y la incertidumbre latente, cada clic en el teclado parece resonar con más intensidad en mi mente. La sensación de estar al borde de un abismo emocional es abrumadora. Cada síntoma que busco parece confirmar mis peores temores, mi preocupación y ansiedad aumenta y siento que va consumirme por completo.

Me doy cuenta de que cada pequeño cambio en mi cuerpo, cada sensación fuera de lo común, se convierte en una señal de alarma, los últimos días he tenido cambios sutiles en mi cuerpo. Cada latido de mi corazón parece retumbar en mis oídos. Todas las búsquedas me dan el mismo resultado. Muevo mi cabeza y me repito. "No Teresa, no puedes tener un bebé" o no por los momentos, me siento muy joven todavía.

Me pregunto cómo pude llegar a este punto, cómo puedo permitir que el miedo y la preocupación se apoderaran de mí de esta manera. Intento recordar desde cuando empecé con los síntomas.

Pero la lógica parece escaparse de mí en este momento. Estoy atrapada en un torbellino de emociones, luchando por mantener la cordura mientras mi mente se desborda con pensamientos catastróficos. ¿Qué voy a hacer si mi mayor temor se hace realidad?

Cierro mi computadora y tomo las llaves de mi auto, me coloco una chaqueta y camino lo más rápido que puedo, me subo a mi coche, es inevitable sentir preocupación o miedo, me voy a la farmacia más cercana y antes de bajar me coloco mis gafas de sol, ando sin maquillaje y con un buzo, mi pelo está suelto, al bajar camino hasta la entrada.

El aire frío se hace presente al poner un pie en la sala de medicamentos, observo todo y trato de buscar dónde están las pruebas de embarazo, miro los chocolates que están en la derecha, tomo unos 4 y sigo caminando, hay una mujer en la caja, se ve muy joven como de unos 21, me acerco a ella y pongo los chocolates que tome, ella me mira y me sonríe, comienza a cobrarse.

Yo trato de hablar pero siento la voz entre cortada
—¿Necesitas algo más? –Me pregunta ella con una sonrisa.

—Emm Siii quería saber si hay pruebas de embarazo, busqué en los pasillos pero no encontré nada.

—Siii tenemos señorita. Ella se va y unos segundos después trae 2 pruebas. Las pones pone en la mesa y yo miro amabas.

—¿Cual es la diferencia? -Preguntó

—Casi nada, las dos son efectivas pero esta tiene un 99% y está otra es digital también tiene un 99% pero dice cuántas semanas tienes. –Ella sigue y sigue hablando y me mareo con tantas palabras.

—Okey okey, me llevo las 2. Digo sin más y ella siente con una sonrisa y pago todo.

Salgo lo más rápido que puedo y me subo a mi auto, al entrar suelto un suspiro, pongo lo que compré en el otro asiento y saco un chocolate, lo habro y comienzo a comerlo. 

Está delicioso. Hablo mentalmente, llego a la casa y me voy directamente a la habitación, mi celular comienza a resonar, miro que es Arturo y respondo al instante.

—Hola mi amor. -habla el. Dejo de comer mi chocolate y lo pongo en la mesita de noche.

—Hola mi vida.