Capitulo 18

285 21 2
                                    

Llego al hotel y ni siquiera llevo maletas, solo una de mano porque no pienso quedarme aquí por más de un día y lo primero que haré es mandarlo al demonio.

Me encantaría ir a la playa y relajarme y tomar esto como un descanso pero simplemente no puedo, solo necesito hablar con Arturo y se que después de esto no querré estar más aquí y menos con la probabilidad de ver a Aida simplemente después de lo que vi en esa maldita revista no puedo, siento que la voy a matar.

Lo peor de todo es que no puedo ni siquiera márcale a Alexa para que me tranquilice un poco, rompí mi celular y desde anteayer no puedo hablar con Arturo, no puedo comunicarme con nadie, y solo cruzo los dedos para que siga en este maldito hotel, solo pienso en cómo mierda lo voy a encontrar, me acerco a revelación.

Y el hombre que está ahí me da una sonrisa y su mirada baja rápidamente a mi escote, él me mira nuevamente.  —Buenas tardes señorita, necesita una habitación?

—Hola buenas -Hablo coquetamente-
—Mmm no precisamente, verás perdi mi celular y no puedo comunicarme con mi jefe, lo peor de todo es que   me dijo dónde estaba su habitación y no recuerdo muy bien donde es, me dijo que le llevara estos papeles porque son sumamente importantes, y tengo que entregarlos personalmente -Hablo haciendo puchero.

—Ohh entiendo señorita, ¿cuál es el nombre de su jefe?

—Arturo de la barrera.

—ohhh si el abogado Arturo de la barrera, mire el no dejo información que usted vendría a si que se me hace imposible poder ayudarla.

Mierda pienso, necesito ver cómo convencer a este idiota, toco su mano que está puesta en la mesa y hablo mucho más coquetamente
—Porfavor ayúdeme –Hablo haciéndole puchero.

—Mi jefe es sumamente estricto y me va regañar si no le doy los papeles a tiempo, además de decirme irresponsable por perder mi celular –Hablo mientras le hago ojos de cachorrito. El me mira embobado y pareciera que se le va caer la saliva viéndome.

—Emmm ya se, le llamaré a su habitación para decirle que usted está aquí, ¿Cuál es su nombre disculpe?

Mierda non puede saber que soy yo, improviso y el primer nombre que se me viene a la cabeza es Luisa.

—Me llamó Luisa -hablo-

—Luisa que disculpe. Me quedo callada pensando que decir, es obvio que no puedo decir el mismo apellido.

—Solo dígale luisa. —le doy un sonrisa coqueta, él me mira y también me da una sonrisa un poco morbosa.
Llama a la habitación y pasan segundos y por lo que se ve no responden.

Él me mira con una cara de derrota —No responde señorita, es una lástima quisiera ayudarla y no puedo.

—Por favor solo dime el número de habitación, no soy una asesina nada de eso, o dime tu desconfías de mí
–Hablo con cara de lástima y haciendo pucheros-

—No señorita usted es una mujer muy guapa jamás pensaría algo a si de alguien como usted.

—Bueno y entonces

—Son políticas del hotel.

Acaricio su mano, y trato de verlo coquetamente.

—Bueno está bien, es un lástima solo espero no perder mi trabajo.

—Me doy la vuelta.

—Espere señorita.

Me doy la vuelta y lo miro con cara de tristeza que obviamente no siento, solo trato de manipularlo.

—Está bien haré una excepción por usted.

—De verdad, hablo con alegría.

—Siip, la habitación es la 303 y mire esta es la tarjeta de la entrada y para subir a elevador.

Teresa 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora